Con rostro de mujer, huelga de Notimex; cumplió ya más de 880 días sin visos de solución 

Es la más larga en un medio de comunicación público en Latinoamérica; las negociaciones conciliatorias fueron suspendidas por la directora Sanjuana Martínez

El pordiosero

 

La huelga en Notimex, la más  larga en un medio de comunicación en el país y en Latinoamérica con más de 880 días, tiene rostro de mujer: el 80 por ciento de los trabajadores afectados -afectadas, en realidad-, son mujeres, incluida la secretaria general sindical, Adriana Urrea Torres. Viven, en realidad sobreviven, de milagro, gracias al apoyo de sus familias.

En el largo tiempo transcurrido desde que el 21 de febrero de 2020 colocaron las banderas rojinegras para enfrentar los ataques de la directora de la agencia de noticiad del estado mexicano, Sanjuana Martínez Montemayor, han soportado las cinco olas de la epidemia de Covid-19 -desde la primera, en que la ciencia hacía esfuerzos por encontrar una vacuna y el peligro era mayúsculo-; y ahora están en la tercera temporada de lluvias, viento…

Sobre el camellón de la calle Baja California, en la emblemática colonia Roma, las huelguistas han instalado una casa de campaña que en la actualidad les permite guarecerse mejor de la lluvia -el agua se cuela por cualquier espacio, al igual que el frío- y del viento, sea de día o de noche. Venden dulces, refrescos, llaveros, palomitas, para hacerse de algunas monedas que en algo les ayudan, en lo que fue inicialmente una tiendita y ahora es una pequeña cooperativa.

“Vivimos del apoyo de nuestras familias”, dice con un dejo de amargura reprimida Adriana Urrea Torres, secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex, quien, al igual que varias de sus compañeras y compañeros, ha padecido dos veces la Covid-19 y calcula que unos 25 familiares han muerto en la pandemia.

La larga huelga que parece interminable y que pudiera extenderse más allá del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, es consecuencia de un conflicto al interior del gabinete de gobierno. Dos largos años más: para destruir el ánimo de cualquiera, pero quizá no el de un puñado de mujeres decididas no sólo a recuperar su fuente de trabajo, sino también airear al sindicalismo en el país.

“Día que pasa es una eternidad”. La desesperanza mina a cualquiera; pero ha dado muestras de no doblegar a estas mujeres luchonas. En el campamento dos trabajadoras escuchan la entrevista -una de ellas contratada solo tres semanas antes de la huelga y a quien en enero de 2022 le avisaron que su contrato había terminado, cuando ya simpatizaba con la huelga-.

Víctimas de intereses políticos por defender sus derechos laborales, frente a una directora que bajo el pretexto de enarbolar bandera contra la corrupción, despidió arbitrariamente a 245 trabajadores -la mayoría mujeres, incluidos trabajadores de base y directivos- y contrató a 200 para sustituirlos -a los que también corrió durante la huelga-.

El principal apoyo de la directora de Notimex para mantener una huelga que roza lo inhumano de un gobierno que se dice progresista, es su comadre Carmen Lira, directora del periódico La Jornada, comadre a su vez del presidente Lopez Obrador, considera Urrea Torres, quien revela que incluso Napoleón Gómez Urrutia, dirigente de los mineros y presidente de la comisión de trabajo en el Senado de la República le ha dicho que Sanjuana “es mi amiga; ella no tiene la culpa”.

En contraparte, la directora de la agencia de noticias ha esgrimido el supuesto conflicto de interés de la secretaria del trabajo y previsión social, Luisa María Alcalde Luján, porque según ella, su papá, el abogado laborista Arturo Alcalde Justiniani es apoderado de las huelguistas. “No tenemos vinculación” con él, sostiene contundente.

Y es que al haber sido el movimiento calificado como legalmente válido por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, le dio pauta a Sanjuana para sustentar la bandera de la supuesta asesoría del papá de la secretaria del trabajo.

“Hay un choque dentro del gobierno”, porque, reconoce Urrea Torres, han encontrado funcionarios con voluntad y que hacen su trabajo. En el discurso este un gobierno diferente que le da más atribuciones a los sindicatos; pero en la práctica no se atienden los problemas sociales que no terminan de resolverse conforme a la ley.

Parece una ironía lo que plantea la secretaria general del SUTNotimex: la mayoría de los trabajadores de la agencia de noticias votaron por el presidente López Obrador en 2018.

“Y lo primero que hicieron fue echarnos a la calle”.

La huelga en Notimex es un conflicto de intereses al interior del gabinete, como si hubiese un choque para ver quién gana. Admite que el riesgo es que el conflicto se prolongue más allá del actual gobierno, porque incluso la Secretaría de Gobernación reconoció ya su incompetencia.

Este gobierno “no corresponde realmente a un gobierno de izquierda, progresista”, considera.

Para uno de los grupos en el gobierno, la estrategia pareciera ser que la huelga se pudra, como consecuencia del desgaste y el abandono.

“Es a lo que le han apostado”.

La dirección rompió las negociaciones en busca de una solución al conflicto. La secretaria general del SUTNotimex confiesa que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, no los haya recibido durante el tiempo en que han permanecido las banderas de huelga, ya que solo han tenido audiencias con los titulares de la unidad de normatividad de medios.

Enfrentar a poderosos en la política, no es ni fácil ni recomendable. Entre una diversidad de denuncias que la directora de Notimex ha emprendido para intentar doblegar a los huelguistas, inició una queja administrativa ante el Órgano Interno de Control de Notimex en contra de Adriana Urrea Torres por no comprobar 2 mil 400 pesos de viáticos al haber sido despedida. Aprovechó la cercanía que mantenía con la anterior secretaria de la Función Pública -de la que dependen todos los OIC de las dependencias públicas-, Irma Eréndira Sandoval.

La secretaria general sindical comprobó la cobertura periodística realizada para justificar los viáticos. El asunto, resuelto en su contra pasó al Tribunal de Justicia Administrativa que la consideró como una falta grave por lo reiterativo. La resolución fue apelada y se encuentra pendiente de sentencia.

Sólo que directora de la agencia de noticias presentó una denuncia penal por ejercicio ilícito de la función pública en contra de la secretaria general del SUTNotimex. Las pruebas aportadas por Adriana, crearon la convicción ante el juez que la desestimó. Sanjuana recurrió al amparo, hasta que finalmente en marzo pasado fue desechado por notoriamente improcedente.

Planteado así el asunto parece haber sido muy simple. No es así: la reportera especializada en cuestiones financiera debió enfrentar el acoso sistemático, a tal grado que se dijo que estaba prófuga porque supuestamente no iba a dormir a su casa -en ese tiempo se cambió de domicilio-, y se solicitaron órdenes de aprehensión en su contra.

Sanjuana cuenta con los suficientes recursos para acciones de esa naturaleza y otras más: solo este año ejerce un presupuesto de 228 millones de pesos, dinero que en teoría el 80 por ciento debiera destinarse al pago de salarios, pero que al encontrarse en huelga se desconoce el destino que se les da. Y así ocurrió en 2020 y 2021, lo que representa unos 400 millones, sin que hasta ahora haya rendido cuentas.

La reseña de una huelga como la que mantienen las trabajadoras de Notimex, debe incluir necesariamente la persecución, amenazas de muerte -como la noche en la que detectaron golpeadores en el campamento-. Haz lo que tengas que hacer, le dijeron cuando enfrentaron al sospechoso. Se requiere o mucho valor o demasiada convicción para hacer lo que hicieron las huelguistas.

Adriana ha enfrentado todas acusaciones que uno quiera imaginar: desde robar información de Notimex para llevarla a un portal de noticias especializado en finanzas en que colaboraba, pasando por lo clásico de ser esposa o amante de Conrado García, el ex secretario general sindical, quien en mayo de 2019 abandonó la dirigencia frente al embate de la bandera anticorrupción enarbolada por Sanjuana y al que nunca se persiguió, e incluso durante tres meses más por lo menos le pagó su sueldo.

Incluso la directora Sanjuana ha asegurado que Adriana pide 150 millones de pesos para que el conflicto se resuelva. Es parte de su estrategia para mancharla con señalamientos de corrupción. En realidad esa cantidad es lo que cuesta el pago de prestaciones de los trabajadores en la huelga.

En lo que parece un cuento de nunca acabar, los corresponsales extranjeros -16 de 19- presentaron una demanda colectiva para que se les respeten sus derechos. Incluso uno de ellos, Rodolfo Rivera, de Venezuela, ganó un laudo, el cual no se ha cumplimentado debido a que murió previamente -su esposa falleció antes que él-, lo que dificulta que otros familiares reclamen la indemnización.

El conflicto fue incubándose en los meses posteriores a la designación de Sanjuana Martínez al frente de la dirección de Notimex: con la bandera en contra de la corrupción, inició el despido de quienes fueran necesario, y acusó al entonces secretario general, Conrado García, de actos de corrupción con administraciones anteriores.

Ante las presiones, García optó por abandonar su posición. Los trabajadores decidieron recuperar su sindicato para enfrentar la arbitrariedad de la directora, la que al darse cuenta de la elección de Adriana como secretaria general, la hizo partícipe de la supuesta corrupción prevaleciente antes de que ella llegara, y armó un sindicato patronal.

Iniciada la huelga, Sanjuana no respetó los contratos de los trabajadores a los que su administración ingresó a la agencia. Nuevas demandas laborales individuales. Y varios de los despedidos se unieron al movimiento.

Los trabajadoras -y los trabajadores- iniciaron un juicio de imputabilidad ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCyA), en términos de lo previsto por la Ley Federal del Trabajo en noviembre de 2020, con el objetivo que se establezca quien es el responsable del conflicto y cómo debe ser resuelto.

Un año más tarde, ante la falta de resolución, tramitaron un amparo por justicia pronta y expedita, a fin de obligar a la JFCyA a que se pronunciara. Les fue concedido; pero Notimex tramitó la revisión sin firmas, por lo que el SUTNotimex solicitó que fuese desestimado, a lo que la empresa impugnó la firma de la secretaria general, por lo que el asunto se encuentras en vías de definición.

Jurídicamente hay todavía camino por recorrer, de ahí que el asunto pueda seguir alargándose.

Ello después que las huelguistas escucharon, tras un plantón en el zócalo, al vocero de Presidencia de la República, Jesus Ramírez, planteó que la solución al conflicto sería inmediato, con la condición que Adriana Urrea no se reincorporara a la agencia.

La entrevista para este trabajo se realizó el martes 19 de julio. A estas alturas la huelga cumplió ya 885 días… pudieran faltar otros 730, por lo menos, para que pudiera llegarse a un arreglo y levantarla. Ojalá no pase tanto tiempo: las mujeres huelguistas no lo merecen, ni Notimex, ni el país.

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