Por El Pordiosero
En los últimos meses de gestión de Juan Ayala Rivero en la presidencia del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), implementó el programa 1183, que les garantizó a 540 trabajadores, un salario de 25 mil pesos mensuales. Un beneficio para unos cuantos privilegiados.
Ese programa tuvo como objetivo generar simpatías que le permitieran al dirigente sindical hacer válida una ilegal toma de nota del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCyA) que ampliaría su gestión hasta julio de 2023, Ayala Rivero incluyó en ese nivel salarial a los 40 secretarios generales seccionales del SUTGCDMX. Fue un beneficio que no le dio resultados.
Los trabajadores de la Secretaría de Finanzas del Gobierno de la Ciudad de México no son la excepción de los salarios castigados -principales afectados por la galopante carestía que enfrenta el país-. Cuando se implementó el programa, hubo voces -entre otras, la secretaria general de la sección 39 “Dirección general de informática”, Rocío Franzoni Lobo– que plantearon como opción negociar un movimiento escalafonario de por lo menos un nivel para todos los afiliados del SUTGCDMX.
Y es que desde hace años en el gobierno de la ciudad no se aplican concursos escalafonarios. Sólo en la Secretaría de Finanzas, existen por lo menos 600 plazas que pudieran ser sometidas a ese procedimiento pero que se encuentran bajo resguardo de la autoridad.
Cuando algún trabajador se pensiona por tiempo de servicio o incapacidad o fallece, la plaza se congela y sólo se ocupa el pie de rama, es decir el nivel 8, por lo que el gobierno se ahorra la diferencia salarial, incluidas las prestaciones económicas.
Es el caso que entre los seleccionados beneficiarios del programa 1183, estuvieron unos cuantos privilegiados, entre ellos Guadalupe Hernández Labra, quien en octubre de 2018 inició trámites prejubilatorios en el ISSSTE, al tener garantizada una pensión con el ingreso más alto, aun cuando sin no cumplía un año con el nuevo nivel salarial.
La aplicación del nuevo nivel salarial que le garantizó el programa, empezó a aplicarse en enero de 2018, por lo que no cumplía con el requisito de un año de aportaciones al ISSSTE para generar derechos y pensionarse por jubilación con el nuevo ingreso mensual que percibía como trabajadora activa.
El de la señora Hernández Labra que se pensionó por jubilación con la garantía de recibir la pensión más alta del ISSSTE, no fue el único caso. Lo que hasta ahora se desconoce es quién intervino para avalar esa irregularidad, desconociéndose cómo se pagan las diferencias entre el salario que percibía antes de ser beneficiada con el programa 1183, si es el instituto de seguridad o la Secretaría de Finanzas.
Y es que en enero de 2018, a la señora Hernández Labra recibió 22 mil 647 pesos de salario, mientras que a partir del 1o de febrero de ese año y hasta el 31 de diciembre su ingreso ascendió a 24 mil 180.
Parecen una nimiedad las irregularidades cometidas en el proceso de jubilación, pero no es así. Por principio de cuentas, inició el prejubilatorio tres meses antes -en realidad cuatro si se toma en cuenta la diferencia salarial enero en que fue incorporada al programa 1183- sin cumplir con el requisito de un año de cotización con el último movimiento de nómina. En ese entonces Ayala Rivero formaba parte de la Junta Directiva del ISSSTE en representación de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).
En segundo lugar, ¿cuáles fueron los méritos que tuvo la señora Guadalupe Hernández Labra para haber sido incluida en un programa salarial que no tomó en cuenta a la inmensa mayoría de los 110 mil afiliados del SUTGCDMX?
La hermana de Guadalupe Hernández Labra, Sofía, es precandidata a la secretaría general de la sección 39 “Dirección General de informática”, para las elecciones programadas para el próximo jueves 29 de septiembre. Este lunes deberá inscribir su precandidatura para obtener los formatos que le permitan recabar el 20 por ciento de los trabajadores que integran esa seccional.
El principal apoyo de esa precandidatura es José Antonio Xochicale -véase Agenda Propia del pasado 11 de septiembre- quien hace más de veinte años fue dirigente de esa seccional. Más recientemente, formó parte del ilegal Directorio Sindical de la FSTSE a cargo del SUTGCDMX, en el que manejó las cuotas de las 40 secciones, con un faltante de unos 15.5 millones de pesos.
La sección 12 “Servicios médicos”, se encontraba acéfala desde noviembre de 2019. El pasado 22 de agosto fue electo Benigno Martínez Escalante, secretario general. La cantidad de dinero que se le exigirá a Xochicale, corresponde al año y medio de las cuotas de sus 6 mil 500 afiliados.
La inexperiencia en el liderazgo sindical de la precandidata Hernández Labra -sólo se ha desempeñado como secretaria de la comisión política de la seccional-, es su principal debilidad, por lo que requeriría quien la guíe en la remota posibilidad que pudiese alzarse con el voto mayoritario de los mil 50 trabajadores. Xochicale estaría presto para convertirse en su gurú.
Bajo el título “¡no te dejes engañar! Identifica la información falsa en redes sociales (Fake News)”, se pretendió desacreditar lo que escribimos respecto a que Xochicale, desde el ilegal Directorio Sindical manejó de manera irregular las cuotas de los trabajadores de base del Gobierno de la Ciudad de México, por lo que en los próximos días se requerirá a la FSTSE la entrega de los 15.5 millones de pesos correspondientes a la sección 12 de, SUTGCDMX.
En el panfleto que hicieron circular, sólo advirtieron que se avecina lo que llaman “feroz guerra sucia” en contra de los opositores a las secciones sindicales, para lo cual “se han dado a la tarea de pagar medios de comunicación para difundir fase news, denigrando y denostando a los aspirantes”.
Xochicale ¿es candidato? Y una pregunta más: ¿se le denigra y denosta por asegurar que formó parte del Directorio Sindical de la FSTSE a cargo del SUTGCDMX durante año y medio y que de manera prepotente hacía esperar a los secretarios generales del grupo que encabeza Hugo Alonso Ortiz para mostrar que tenía el poder?
Es posible que pretendan hacer creer que se le denosta y denigra porque planteamos que próximamente se pedirá a la FSTSE la entrega de las cuotas correspondientes a la sección de los trabajadores de los servicios médicos de la ciudad, ¿o será porque señalamos que lleva años gozando de comisión sindical pese a carecer de presentación entre los trabajadores?¿fue porque recordamos que tramitó su cambio a fiscalización con la intención de convertirse en auditor fiscal y no lo logró? Su pasado lo condena.
Xochicale mantiene cercanía con secretarios generales seccionales del grupo que encabeza César Piña Rodríguez, quien en el congreso de julio de 2019 fue de los promotores que se validara una sospechosa toma de nota del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCyA), para permitirle a Ayala Rivero mantenerse en la presidencia del SUTGCDMX hasta 2023. Demasiadas coincidencias.
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