Sólo tres meses, tienen sobrecargos de Aeroméxico para legitimar sus contratos colectivos de trabajo 

Pese a que Ricardo Del Valle, secretario general saliente, tuvo cuatro años para legitimar los contratos colectivos de trabajo, le heredará el problema a Ada Salazar Loza.

Por El Pordiosero

 

La larga noche de doce años de Ricardo del Valle Solares con una gestión que se caracterizó por la corrupción y los retrocesos laborales en la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de Mexico (ASSA), concluirá el miércoles 1 de febrero, cuando entregue la secretaría general a Ada Salazar Loza, con una herencia envenenada que incluye la urgencia para legitimar los cuatro colectivos de los que es titular en los siguientes tres meses.

 

Pese a que Del Valle tuvo cuatro años -desde que el 1 de mayo de 2019 entraron en vigor las reformas a la Ley Federal del Trabajo– para cumplir con las nuevas disposiciones en lo que se refiere a la legitimación los contratos colectivos, optó por la desidia, quizá porque se trataba de procedimientos no redituables y porque se imaginó fuera de la dirigencia, la que intentó ocupar para ocupar un quinto periodo sin lograr su cometido, perdiendo 2 a 1 con Salazar Loza.

 

Es un secreto a voces entre los sobrecargos de aviación, la galopante corrupción que fue anidándose durante los últimos doce años. ¿Cómo explicará el dirigente tener casa Estados Unidos, por ejemplo?

 

Cansados de esas prácticas en perjuicio de sus legítimos intereses, en las elecciones de una tercera parte del comité ejecutivo de noviembre de 2021, previas a la derrota de Del Valle Solares, la mayoría de los 2 mil 200 afiliados decidieron otorgar su voto a una planilla de oposición. Fue un primer aviso que el secretario general de ASSA y los suyos no supieron leer o no quisieron, embriagados por un poder casi omnímodo que detentaban en su beneficio personal.

 

Y en noviembre pasado, la candidatura de Ada Salazar Loza a la secretaría general se alzó con una contundente victoria con 1,816 votos por 1,002 de Del Valle que buscaba ser reelecto por cuarta ocasión. Fue el despertar a una realidad que ni en sueños imaginaron.

 

Las siete posiciones que estuvieron en disputa, fueron ganadas de forma inobjetable por la planilla que postuló a Ada -sobrecargo de Aeroméxico-. Entre los perdedores destacó Noel Rodríguez Hernández -hijo del recientemente fallecido secretario general del STUNAM, Agustín Rodríguez Fuentes– que buscaba repetir en la Secretaría de Relaciones, pero fue derrotado por David Fernando Nava Valencia.

 

En la Secretaría de Asuntos Técnicos, los trabajadores decidieron otorgarle el triunfo a María del Carmen Ortega Venegas ante Lucia Navarrete Navarro; en Cultura y Deportes, Jorge Kellogg Martínez se impuso sobre Emma Cecilia Duarte; en la Vocalía de la Comisión de Hacienda, Sinuhé Viveros Gutiérrez obtuvo más votos que María Magdalena Espín Benítez; en la de Vigilancia la nueva titular será Laura Adela Gil González, ante la frustración de Esmeralda María Vasco Ruiz; y en el Tribunal de Honor y Justicia, asumirá funciones Carmen Amparo Trejo Guerrero, que derrotó a Laura Rojas Aguirre.

 

Con los dos triunfo consecutivos en las urnas, ese grupo ocupará la mayoría de las carteras con dos terceras partes. En noviembre de este año se disputarán el resto de las posiciones.

 

Uno de los pendientes que mayor urgencia tiene en resolver ASSA, es la legitimación de los contratos colectivos de Aeroméxico, Mexicana, Mexicana Click y Aeromar de los que es titular, la dispersión transparente de los recursos que lleguen producto de la venta de los activos de Mexicana de Aviación al gobierno, entre otras tareas que suenan complejas, a las qué hay que sumar la virtual quiebra de Aeromar.

 

Las reformas a la LFT fijaron como límite el 1 de mayo de este año para la legitimación de los contratos colectivos mediante el voto de todos y cada uno de los trabajadores a los que regulan sus relaciones laborales.

 

La dificultad es que cada uno de los cuatro contratos colectivos, se deben someter a votación. El triunfo mayoritario de los trabajadores, se traduciría en su legitimación, mientras que de ser en contra, perdería vigencia -aún cuando la ley contempla que en ese caso se mantendrán sin cambios salarios y prestaciones-.

 

Es decir, serán cuatro votaciones independientes de legitimación, las cuales seguramente se realizarán en distintos días. Así, los trabajadores de Aeroméxico validarán su contrato, al igual que lo harán los de Mexicana, Mexicana Click y Aeromar.

 

Aeroméxico cuenta, en la practica, con dos contratos colectivos: el principal que aplica a unos 1,300 trabajadores, y un anexo firmado en 2014 que regula la relación laboral de unos 1,200 sobrecargos.

 

El contrato anexo fue firmado por Del Valle Solares en 2014, a petición de Aeroméxico, a fin de generar condiciones económicas que le permitieran superar la crisis que según esto ponía en riesgo la viabilidad de la línea aérea, argumentaron. Se aplicaría a trabajadores de nuevo ingreso, con salarios y prestaciones económicas muy por debajo de las que tienen quienes ingresaron hasta ese año.

 

Aeroméxico y ASSA establecieron un plazo de diez años para revisar el contrato anexo. Es decir, en 2024, en la gestión de Ada Salazar en la secretaría general sindical, deberán realizarse negociaciones para acordar una decisión. La línea aérea intentará mantenerlo vigente y que siga aplicándose a todos los trabajadores de nuevo ingreso, a fin de que el contrato principal termine desaparezca con el transcurso del tiempo.

 

De igual manera, será necesario actualizar el escalafón que permita incorporar a los sobrecargos que durante 2022 ingresaron a esa línea aérea -varios recomendados por Del Valle Solares sin proceso abierto con la intención de tener más votos para las elecciones que finalmente perdió-, lo que pudiera concluir que el contrato anexo se aplica a un mayor número de trabajadores que al del contrato troncal.

 

La legitimación debe realizarse bajo supervisión del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, para lo cual el 30 de abril del 2021 se publicó un protocolo para el procedimiento respectivo. En el artículo 17, establece que el sindicato titular del contrato colectivo deberá dar aviso por correo electrónico, que someterá a votación de sus agremiados para la validación.

 

El CFCyRL, una vez que el sindicato satisfaga los requisitos del aviso, expedirá los formatos -los cuales deben ser descargados a través de la plataforma electrónica- de convocatoria, listado de trabajadores con derecho a voto, de autoverificación, de boletas y de acta de escrutinio y cómputo de la votación.

 

El artículo 24 del protocolo señala que es responsabilidad del sindicato publicar la convocatoria y anexos. “El incumplimiento a las disposiciones de este artículo podrá dar lugar a la nulidad de la consulta”, contempla.

 

A su vez la reacción IV del artículo 26 advierte que el patrón no podrá intervenir durante la votación, pues sólo podrá coadyuvar en la que le solicite el personal de verificación del CFCyRL.

 

Y el inciso c) del artículo 34, refiere que en caso que la mayoría de los trabajadores vote en contra del contenido del contrato colectivo, el mismo no será legitimado y por tanto se dará por terminado. “En este caso, se conservarán en beneficio de las y los trabajadores las prestaciones y condiciones de trabajo contenidas en el contrato colectivo de trabajo materia de la consulta, las cuales deberán ser iguales o superiores a las establecidas en la Ley, las que serán de aplicación obligatoria para el patrón”.

 

Existen sospechas que Del Valle Solares no tramitó la legitimación de los cuatro contratos de trabajo de los que ASSA es titular, debido a que se dispondría a impulsar la creación de un sindicato alterno y emplazar a huelga a las líneas aéreas por firma de contratos colectivos de trabajo nuevos, fomentando con esto las sospechas de que más que un demócrata, es un dirigente que no está dispuesto a dejar atrás los negocios que perdió con su derrota electoral.

 

PARA TOMAR EN CUENTA

El martes 24 y hasta el jueves 26 de enero, los trabajadores administrativos de la UNAM con su voto decidirán si legitiman o no su contrato colectivo. El STUNAM que encabeza Carlos Hugo Morales Morales, tiene confianza en que el resultado sea positiva, debido a que apenas en octubre, mediante votación, aceptaron las ofertas que les hizo la máxima casa de estudios en la última revisión.

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