Trabajadores del STUNAM votarán legitimación de su contrato colectivo en enero

El proceso se realizarán los días 24, 25 y 26, bajo supervisión del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, señala Carlos Hugo Morales Morales

Por El Pordiosero

 

El 21 de noviembre, Carlos Hugo Morales Morales cumplirá seis meses de haber sido electo secretario general del Sindicato de Trabajadores de la UNAM (STUNAM). En ese tiempo pasó la que es quizá la prueba más difícil en su corta gestión: la revisión del contrato colectivo de trabajo, en la logró un aumento promedio del 10.6 por ciento en salario y prestaciones económicas.

 

No es un logro menor: la propuesta de un aumento directo al salario de 4 por ciento y 2 en prestaciones, fue apoyada por unanimidad por el comité ejecutivo sindical y por el consejo general de huelga, y avalado por el voto universal, directo secreto y en urna de los más de 27 mil trabajadores administrativos universitarios -el STUNAM agremia también a unos 4 mil maestros-.

 

El aumento promedio obtenido es del 10.6 por ciento, debido a que el programa de recuperación salarial tuvo una repercusión de un 4 por ciento adicional, explica. Lograron en la revisión en la última contractual, avanzar en algunas prestaciones homologándolas con las del personal académico, como fue el caso del seguro de vida, que pasó de 120 mil a 280 mil pesos, y la despensa tuvo un incremento del orden del 16 por ciento.

Se reconoce satisfecho por lo obtenido, sobre todo porque rompieron el tope salarial del 3.5 por ciento que se les otorgó a otros sindicatos, incluido el IMSS que revisa antes que el STUNAM. Blindamos, considera, el contrato colectivo.

 

El actual dirigente de uno de los sindicatos emblemáticos del país -son históricas las huelgas que los trabajadores universitarios organizaron en las décadas de los setenta: el 16 de noviembre se cumplieron 50 años de la emprendida en 1972, y principios de los ochenta por el reconocimiento de su sindicato, y después por la firma de un contrato colectivo-, fue electo en abril. La suya fue una candidatura emergente de la corriente roja, tras el sorpresivo fallecimiento, el 21 de febrero, de Agustín Rodríguez Fuentes, quien ocupó la secretaría general desde 1994.

 

No le molestan, sostiene, que comparen sus acciones con las de Rodríguez Fuentes, que ejerció un liderazgo que la mayoría de los trabajadores universitarios reconoce. “En lo personal es un gran reto, porque dejó un legado importante”, incluido el programa de recuperación salarial de los trabajadores universitarios, admite en la que es su primera entrevista periodística.

 

Nos recibe en unas oficinas ubicadas a espaldas del Estadio Universitario, en el sur de la ciudad, llamadas “comisiones mixtas” -la UNAM se las cedió mediante un contrato de comodato, pero, presume Carlos Hugo, el mobiliario y todo lo que hay dentro es del sindicato-. Va vestido de manera sport: pantalón negro, playera azul eléctrico y tenis blancos, ad hoc a una oficina moderna, llena de luz. Al fondo, por el ventanal se luce el verde de los árboles y el pasto. Una mariposa amarilla aletea sobre la mesa grande de trabajo.

 

Detrás de una cubierta de cristal, en una sala puede verse el constante aumento en el número de personas que esperan ser recibidas por el secretarios general del STUNAM.

Carlos Hugo Morales Morales al hablar transmite tranquilidad. Al fondo, una fotografía suya en un pequeño marco. Ingresó a la UNAM, una de las universidades más importantes de Latinoamérica, si no es la que más, en 1979, como auxiliar de intendencia en los servicios médicos, por recomendación de su madre, que participó en las huelgas de 1972 y 1977. Militaba en el partido comunista -el único en el que lo ha hecho, clarifica-, de gran influencia entre los universitarios en esos años con células en cada dependencia universitaria y que al transformarse en PSUMPartido Socialista Unificado de México– ya no se inscribió.

 

Empezó a interesarse en las cuestiones sindicales: delegado al congreso, delegado sindical y subcomisionado en prensa y propaganda. Una década después, Nicolás Olivos Cuéllar sustituyó a Evaristo Pérez Arreola en la secretaría general del STUNAM; Carlos Hugo asumió como adjunto en la secretaría de finanzas, y posteriormente en organización académica.

 

En 1994, el ingeniero Rodríguez Fuentes derrotó, de manera sorpresiva y con una diferencia de unos cuantos votos a Adrián Pedrozo Castillo -candidato a la secretaría general con apoyo de Pérez Arreola y Olivos CuéllarCarlos Hugo fue integrado a la Secretaría de Trabajo y Conflictos que, le ayudó, dice, a ser lo que ahora es, porque le dio la visión de la problemática laboral en la UNAM.

 

Más tarde fue adjunto en educación y cultura. Participó en las comisiones mixtas de capacitación y en la de conservación y mantenimiento -conocida como transitoria-. En 2002 fue electo secretario de finanzas, desde la que le dio estabilidad económica al STUNAM, su gran mérito, al iniciar el patrimonio sindical, constituido hasta entonces por un edificio localizado en Avenida Universidad: se construye el edificio de Centeno 145 y se cuenta con una escuela primaria -de excelencia educativa reconocida- ubicada en la Colonia Los Reyes, en Coyoacán.

 

En los últimos seis meses, el STUNAM, ha enfrentado cinco elecciones: comité ejecutivo, delegados sindicales de las 220 dependencias con que cuenta la universidad en todo el país, consejeros universitarios, delegados al congreso -realizado a finales de agosto- y la propuesta de revisión del contrato colectivo.

 

Y en enero -24, 25 y 26-, la sexta votación: la legitimación del contrato colectivo de trabajo, a fin de cumplir con la nueva disposición contenida en la Ley Federal del Trabajo después de la reforma de mayo de 2019.

 

La legitimación del contrato colectivo de trabajo es un nuevos reto, admite.

 

Sin embargo, se muestra confiado en que obtendrán el respaldo de los trabajadores con su voto, en un ejercicio que estará a cargo de inspectores del naciente Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral.

 

El STUNAM desde su fundación, recuerda, instituyó el voto universal, secreto, directo y en urna: cada tres años lo utiliza para elegir a los integrantes del comité ejecutivo -19 titulares de secretarías, más comisiones autónomas-, cada dos para delegados sindicales y anualmente para delegados al congreso y para la aprobación o rechazo de  los trabajadores de la propuesta de aumento salarial.

 

La primera revisión del contrato colectivo en la gestión de Carlos Hugo Morales Morales en la secretaría general del STUNAM, fue unánimemente aprobada por el comité ejecutivo general -en el que confluyen cinco corrientes internas-, el consejo general de huelga y por la mayoría de los trabajadores a través de su voto.

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