Sedena INC.: Los negocios de la milicia mexicana

Agustín Radilla Suastegui, subsecretario de la Defensa Nacional, es presidente de un consorcio y de tres empresas fundadas por la Sedena y Banjército en junio de 2022 para operar y administrar las obras emblemáticas de López Obrador

Enrique Hernández/ Forbes México

 

En tres años pasaron de ser constructores a fundar sociedades anónimas. Ese camino de la milicia mexicana es dirigido por Agustín Radilla Suastegui, subsecretario de la Defensa Nacional (Sedena), quien es el presidente de un consorcio y tres empresas estatales encargadas de operar, administrar y cobrar los dividendos de las mayores obras de infraestructura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Todo eso ocurre desde el 3 de junio de 2022, cuando Agustín Radilla Suástigue fue designado presidente y consejero propietario en Grupo Aeroportuario, Ferroviario y Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, Tren Maya, así como Aeropuerto Internacional de Palenque, Señor Pakal y Aeropuerto Internacional de Tulum, Zamá.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es la accionista mayoritaria de las tres compañías y el consorcio Grupo Aeroportuario, Ferroviario y Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, que fue anunciado por el presidente de la República en una de sus conferencias matutinas. Mientras que el Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (Banjercito) es dueño de una acción en cada una de las empresas creadas, revela documentación en poder de Forbes México.

El capital social de las cuatro empresas del Estado suma en total 4 millones de pesos. Es decir, cada una de las empresas fue creada a partir de un millón de pesos.

En Zumpango, Estado de México, la Sedena y Banjército crearon el consorcio Grupo Aeroportuario, Ferroviario y Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, S.A. de C.V.

Una de las tareas del consorcio estatal es adquirir acciones o participaciones en las empresas que administren, operen, exploten y de ser necesario construyan (como de nueva creación o en vías de ampliación y mejoras) los Aeropuertos Internacionales Felipe Ángeles, Palenque, Chetumal, Tulum y el Tren Maya, así como de cualquier empresa pública o privada.

También puede recibir en los términos que fije la normatividad correspondiente y el título de concesión respectivo, los ingresos o dividendos por el uso de la infraestructura de los Aeropuertos Internacionales Felipe Ángeles, Palenque, Chetumal y Tulum, y de los sistemas ferroviarios del Tren Maya, así como de los servicios complementarios y auxiliares como la terminal de pasajeros, terminal de carga, transbordo y trasvases de líquidos, talleres de mantenimiento de equipo ferroviario y centros de abasto para la operación de los equipos.

A través del consorcio estatal pueden obtener préstamos con o sin garantía específica, así como otorgar financiamiento a sociedades estatales, privadas o personas físicas con las cuales tengan una relación de accionista mayoritario, es decir con más del 50 por ciento  de su capital social con derecho de voto o detente el control.

En Benito Juárez, Quintana Roo, las fuerzas armadas constituyeron a Tren Maya, S.A. de C.V., una empresa que prestará los servicios de transporte ferroviario, complementarios y comerciales en términos de las concesiones, permisos, licencias y autorizaciones, que obtenga del gobierno de AMLO, para llevar a cabo la construcción, operación y explotación del Tren Maya.

Su principal objeto social es “llevar a cabo la construcción, operación y explotación del Tren Maya, así como prestar los servicios auxiliares y públicos de transporte ferroviario de personas y carga, principalmente en los Estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, pudiendo extenderse en todo el territorio nacional”, explican los documentos.

 

En Tulum, Quintana Roo, Sedena y Banjercito conformaron a Aeropuerto Internacional de Tulum, Zamá, S.A. de C.V., una empresa que prestará los servicios aeroportuarios, complementarios y comerciales relacionados con los mismos, en términos de las concesiones, permisos, licencias y autorizaciones que obtenga del gobierno de López Obrador, para llevar a cabo la construcción, operación y explotación del “Aeropuerto Internacional de Tulum”.

En Catazajá, Chiapas, la milicia creó a Aeropuerto Internacional de Palenque, Señor Pakal, S.A. de C.V., para prestar los servicios aeroportuarios, complementarios y comerciales relacionados con los mismos, en términos de las concesiones, permisos, licencias y autorizaciones, que obtenga del gobierno federal para llevar a cabo la construcción, operación y explotación del Aeropuerto Internacional de Palenque.

Los consejeros de las empresas de la Sedena

Otros integrantes directivos de cada una de las empresas estatales: Gabriel García Rincón, oficial Mayor de la Sedena, es presidente-Consejero suplente, así como Ricardo Flores González, director general de Banjército, funge como primer consejero propietario; y Víctor Manuel Torres López, teniente coronel de Artillería Diplomado de Estado Mayor (DEM), primer consejero Suplente.

También participa José Gerardo Vega Rivera, comandante de la Fuerza Aérea Mexicana,  como segundo consejero Propietario;  Emilio Avendaño García, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, como segundo consejero suplente, así como Ángel Antonio Cabrera, general de Ala P.A.D.E.M.A., como tercer consejero Propietario, y Enrique Rivera Gutiérrez, jefe SPAA en Fuerza Aérea Mexicana, como tercer consejero suplente.

Arturo Coronel Flores, director General de Administración de la Sedena,  funge como cuarto consejero propietario; Francisco Antonio Enríquez Rojas, ex comandante de la Guarnición Militar de Ciudad Juárez y fue trasladado a funciones a la Ciudad de México, aparece como cuarto consejero  suplente; Pedro Bonilla Muñoz, jefe de Asuntos Jurídicos de la Sedena, actúa como quinto consejero propietario; y  Alejandro García Salas, subjefe jurídico consultivo de la Sedena, es quinto consejero suplente.

Miguel Tomás Torruco Marqués, secretario de Turismo (Sectur), participa como el sexto consejero propietario; Alejandro Aguilera Gómez, titular de la Unidad de Asuntos y Cooperación Internacionales de la Sectur, fue nombrado como sexto consejero suplente; Rogelio Jiménez Pons Gómez, subsecretario de transportes en la SICT,  séptimo consejo suplente, y un representante de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, específicamente el titular de la Dirección General de Programación y Presupuesto A, es el octavo consejero propietario de cada una de las empresas creada en Zumpango, Tulum, Benito Juárez y  Catazajá.

En marzo de 2022, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) fue constituido como una sociedad mercantil constituida bajo la legislación mexicana y cuenta con una estructura accionaria y de capital.

La empresa estatal tiene en su grupo de directivo como su presidente a André Georges Foullon Van Lisun, así como a los consejeros José Gerardo Vega Rivera, Ángel Antonio Cabrera, Ricardo Flores González, Arturo Coronel Flores, Miguel Carrasco Hernández, Alejandro Aguilera Gómez, Carlos Alfonso Morán Miguel, Omar Antonio Nicolás Tovar Ornelas.

Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, S.A de C.V., tiene permisos para vender gasolina y diesel en estaciones de servicios construidas en las cercanías de la terminal aérea, así como cuenta autorizaciones para producir electricidad desde un parque solar y con gas natural.

La constructora militar

“El Ejército fue constructor de México en los años 20 y 30, por lo que es un ciclo de militarización de los tantos que habido en la economía, en la política y este es uno nomás”, revela Raúl Benítez Manaut, profesor e investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante la estabilidad política y económica de México se crearon instituciones civiles para que construyeran y trabajaran en las tareas encargadas en un principio a los militares, dice el profesor del Posgrado en Estudios en Relaciones Internacionales de la UNAM.

“Hubo un ciclo muy grande de la desmilitarización de México que comenzó en el año de 1940 y llegó hasta el 2000 donde se fueron transfiriendo todas las misiones militares a ámbitos civiles”, comenta Benítez Manaut.

El 16 de julio de 2019, Javier Jiménez Espriú, entonces secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), convirtió a las Fuerzas Armadas en el brazo constructor del gobierno de Andrés Manuel López, ya que le dio todas las facultades para construir carreteras, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, así como la infraestructura en redes de telecomunicaciones y sistemas satelitales.

“La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de la Dirección de Ingenieros, será la única responsable de la ejecución de las obras que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le encomiende”, revela las bases de colaboración para la construcción de infraestructura suscritas por Javier Jiménez Espriú, titular de la SCT, y Luis Crescencio Sandoval González, encargado de la Sedena.

La Dirección General de Ingenieros cuenta con la capacidad y los recursos materiales, humanos y técnicos necesarios para la materialización de las obras solicitadas por la oficina de Javier Jiménez Espriú, dice el acuerdo.

Las obras, que serán encargadas durante toda la administración de Andrés Manuel López Obrador a las militares, son la edificación de carreteras federales, de puertos, de aeropuertos, de ferrocarriles, así como de las redes de telecomunicaciones y sistemas satelitales para la prestación de servicios de telecomunicaciones y radiodifusión y otras obras de ingeniería, señala el documento.

“El presente instrumento (firmado por la SCT y Sedena) tendrá una vigencia contada a partir del (16 de julio de 2019) y hasta el 30 de septiembre de 2024”, señala el acuerdo.

Las obras de la Sedena con Peña Nieto

En el sexenio de Enrique Peña Nieto, las Fuerzas Armadas le construyeron obra pública al Consejo de la Judicatura Federal (CJF), a la Secretaría de Educación Pública (SEP), al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y al Servicio de Administración Tributaria (SAT), así como levantaron la barda perimetral del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

También, el ejército fue contratado por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) y el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED).

Los militares construyeron 426 obras para albergar y atender a la tropa de la Sedena y uno de esos es el Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones Mantenimiento de Paz México (CECOPAM), instalaciones donde se prepara a los soldados como los cascos azules para apoyar a las acciones militares de pacificación en países donde hay guerra.

Se encargaron de la edificación del Centro Militar de Ciencias de la Salud, de la construcción de hospitales militares y de unidades médicas en Ciudad de México, Chiapas, Baja California Sur, Tamaulipas,  Nuevo León, Sinaloa, Puebla, Yucatán, Oaxaca y otras entidades del país.

Modernizaron las Instalaciones de la Base Aérea de Santa Lucía, renivelaron de la Calle de Rodaje Bravo y dieron mantenimiento mayor a las puertas de los hangares de la Base Aérea de Santa Gertrudis, Chihuahua y construyeron los hangares para helicópteros Black Hawk en las Bases Militares de Culiacán y Monterrey.

Otras de las tareas de los efectivos de la Sedena fue desmantelar una veintena de gasolineras instaladas en varios regimientos militares de la República Mexicana, así como depósitos de los servicios periciales.

Con información de Forbes México

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