Elección de tercera parte de dirigencia en sobrecargos, ganada por mayoría ajena a Ada Salazar

• A la par que la línea aérea Viva Aerobus anunciaba lo que denominó “arrendamiento húmedo” de aviones extranjeros, incluido personal de otros países como tripulación, los resultados de la elección de la tercera parte de la dirigencia de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) de México, no le fueron favorables a Ada Hermelinda Salazar Loza.

 

 

• La acción de la línea aérea “es un artilugio jurídico con el que indebidamente disminuye las obligaciones contractuales que tiene con sus trabajadores, transfiriendo en una especie de terciarización sin regulación las mismas a otra empresa extranjera”, planteó esa organización sindical.

 

 

• ASSA de México puso a disposición de los sobrecargos de Viva Aerobus sus despachos jurídicos -tiene contratados dos-, para el caso que decidan impugnar la contratación de personal extranjero, lo cual violenta la Ley Federal del Trabajo -véanse en particular los artículos 216 y 217- en cuanto a la preferencia de los trabajadores mexicanos.

 

  

• La titularidad de la relación laboral de los sobrecargos de Viva Aerobus la tiene el Sindicato de Trabajadores de la Industria de Aeronáutica (STIA) de la familia Romo Ceciliano –Jorge, Patricia y Rubén-. También maneja el de MasAir, empresa que decidió por los trabajadores, lo que abolló el discurso gubernamental de una democracia sindical que suena hueca cuando es conveniente.

 

 

• El STIA ha destacado por los contratos de protección. Es decir, buscan el beneficio de las empresas en contra de los intereses de los trabajadores que legalmente representan, con negociaciones que en la práctica significan derramas económicas que benefician a sus dirigentes, un hoyo que Luisa María Alcalde no pudo tapar cuando fue secretaria de trabajo del gobierno federal.

 

 

• Por cuanto a los resultados de las elecciones realizadas los diez primeros días de noviembre para renovar la tercera parte de la dirigencia de ASSA de México, el grupo de la señora Salazar sólo se alzó con la victoria de Janette Echagaray Baca, como secretaria de trabajo. La tendencia de Ricardo del Valle se quedó con la delegación de transportes de Aeromar, con Gloria Marisol Amezcua.

 

 

• Las otras seis posiciones fueron ganadas por trabajadores aparentemente sin tendencia. La secretaría de la tesorería, fue para Héctor González Sánchez; la de prensa, por José Andrés Becerra Valdés; la vocalía de vigilancia la obtuvo Ana Liz González de la Vega Pérez; en el tribunal de honor y justicia quedó Corina Muñoz Contreras; como vocal de sobrecargos, Jonathan Loma Amezcua y en la de ejecutivos, Tania Lucía Flores Valdés.

 

 

• El resultado de la primera elección en la gestión de la actual secretaria general de ASSA de México, pudiera traducirse en un equilibrio interno de esa organización, sobre todo si los ganadores asumen posiciones sensatas y analíticas y que se traducirían en un nuevo destino en la defensa de los intereses de sobrecargos de aviación del país, tan necesaria en la actualidad.

 

 

• En noviembre del año pasado, cuando el grupo de Ada Hermelinda Salazar Loza ganó la elección, lo hizo de manera contundente, quedándose con todas las posiciones en disputa, como consecuencia del deterioro de una gestión de casi 12 años de su antecesor Ricardo Del Valle.

 

 

• Previo a que en noviembre 2024 se realicen elecciones por otra tercera parte de la dirigencia sindical, ASSA de México deberá negociar la conclusión del contrato alterno con Aeroméxico y que se tradujo en menores salarios para los sobrecargos de nuevo ingreso para que la línea aérea tuviera mejores condiciones para enfrentar una crisis económica que ponía en riesgo su viabilidad.

 

 

• El resultado de esa negociación será crucial para la gestión de la señora Salazar Loza, la cual en diez meses ha destacado por decisiones erráticas, sin capacidad para la inclusión, y sobre todo por influencias que parecen haberla llevado a una torre de cristal en la que no tiene cabida las más pequeña crítica, así sea constructiva.

 

 

• Luego que el miércoles 21 de noviembre dimos a conocer pruebas de la forma corrupta en la que en el ISSSTE se entregó una plaza de base y un movimiento escalafonario a Israel Arturo Baños Sayago, hijo del ex director del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”, Roberto Baños, las denuncias de irregularidades han brotado como hongos después de la lluvia.

 

 

• En ese hospital, por ejemplo, una aspirante a ingresar a trabajar, está inscrita desde hace 13 años en bolsa de trabajo, hizo suplencias durante el tiempo que duró la pandemia de la Covid-19, y el secretario general de la sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE (SNTISSSTE), Ricardo González Alfaro, le salió con el argumento que aún no reunía los puntos necesarios. A lo mejor el año siguiente, le palmeó la espalda.

 

 

• La orden del presidente Andrés Manuel López Obrador fue tajante: se debía dar preferencia en la basificacion a todos aquellos que hubiesen arriesgado su vida trabajando durante la pandemia. A la Subdirección de Personal a cargo de un temeroso Alí López Castellanos, y al SNTISSSTE que dirige Norma Liliana Rodriguez Argüelles -protectora de la corrupta familia García Culebro-, se la pasaron por el arco del triunfo.

 

“Los textos escritos en esta columna no son informaciones con sustento en documentos;  son versiones no confirmadas que se escuchan en los sindicatos.”