- En las elecciones de delegados con derecho a voz y voto en el Segundo Congreso Nacional Extraordinario para reformar el estatuto del SNTISSSTE que inician este jueves 12 de enero, el cálculo de Luis Miguel Victoria Ranfla es que pierda el 70 por ciento de los secretarios generales de las 48 secciones.
- La apuesta pareciera ser precisamente a que pierdan: en el Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza”, una de las secciones más importantes en la Ciudad de México, Raúl Arellano ha alentado la participación del mayor número posible de planillas. Se espera que se postulen por lo menos cinco.
- El oficial mayor sindical se apoya en uno de sus hermanos, Antonio, para dividir el voto de los trabajadores, con una intención obvia: minimizar la influencia del vicepresidente, Hilario Ramírez Chávez, quien se perfila como el precandidato con mayores posibilidades de alcanzar el triunfo.
- Arellano uno de los nuevos acaudalados en ese sindicato -igual que la familia de Francisco García Culebro pudiera ser perseguido por corrupción-, fue utilizado por Victoria Ranfla como señuelo que podía uno de los posibles precandidatos al liderazgo, con el argumento de sus relaciones con personajes influyentes de Morena.
- Fue solo eso: un señuelo. Lo real, es la protección que debió hacerse de Alejando Arellano, otro de sus hermanos, para evitar que se le persiguiera penalmente tras haber destrozado una ambulancia del velatorio “San Fernando”, al conducir en estado de ebriedad.
- Recién iniciado el año, la nueva directora normativa de administración y finanzas del ISSSTE, Almendra Lorena Ortiz Genis, nombró a Eduardo Eulises Brindis Trejo, director de presupuesto, y a Sebastián Alberto Ríos Villegas al frente de la Subdirección de Obras y Contratación.
- La designación de Brindis Trejo es, por decir lo menos, sorpresiva, por los nexos con la gestión del general Jens Pedro Lohman Iturburu, aún cuando en su beneficio cuenta con experiencia en el área que ahora dirige. Antes estuvo en la Secretaría de Economía e Infonavit.
- La señora Ortiz Genis deberá, en los próximos días, definir quién sustituirá en la Subdirección de Personal a la señora Judith Rojas Velasco, que en un año cuatro meses de gestión generó una serie de problemas que ameritaron un ríspido intercambio epistolar entre el general Lohmann y el secretario técnico de la Comisión de Vigilancia del ISSSTE, Heriberto Romero Peralta.
- En esa área se incuba un problema que puede crecer en los próximos días, con todo y la actitud negociadora asumida por el Sindicato Independiente de Trabajadores del ISSSTE (SITISSSTE) que preside Carlos Alberto Hernández Nieto: la falta de pago del bono de reyes a los trabajadores de confianza.
- Por alguna razón desconocida, la subdirectora de personal parece tener un conflicto con esos trabajadores: en agosto con el baladí argumentó que no había razón jurídica para pagarles la ayuda de útiles escolares, estuvo a nada de provocar que le paralizarán actividades.
- A los trabajadores de base, el pasado miércoles 5 de enero les fuepagado ese bono, estipulado en mil 694 pesos de acuerdo con las condiciones laborales pactadas. Sólo que se les aplicó un impuesto de 82 pesos y la irritación brotó de inmediato, pese a la cercanía de la señora Rojas Velasco con la doctora Norma Liliana Rodríguez Argüelles.
- En las redes sociales y los sitios de trabajadores del ISSSTE se llenaron de críticas can y quejas. Ricardo Ordaz Santos -“No es una buena noticia para el ISSSTE”, escribió tras la designación del doctor Pedro Zenteno- difundió el comunicado sindical del pago; pero fue incapaz de explicar que les aplicarían el impuesto.
• Ricardo es hermano de Mario Armando Ordaz Santos, uno de los redactores del proyecto de la reforma estatutaria que se someterá a análisis, discusión y aprobación en el congreso extraordinario. Es uno de los dirigentes de la sección III “Clínicas de medicina familiar”, en la que su secretario general, Juan Noé Hernández Perez debe una explicación de la venta de plazas.
“Los textos escritos en esta columna no son informaciones con sustento en documentos; son versiones no confirmadas que se escuchan en los sindicatos.”
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