- Sorpresiva, por lo menos, la renuncia de Obdulio Ávila Mayo a la Dirección General Jurídica y de Gobierno de la Alcaldía Coyoacán. Diferencias sustantivas con Giovani Gutiérrez -como no apoyar su reelección el próximo año- pudieran ser la causa del distanciamiento.
- Avila Mayo, ex diputado federal y local y subsecretario de Gobernación en el último año del gobierno de Felipe Calderón, mostró sus incapacidades en ese cargo: toleró que construcciones irregulares surgieran como hongos, al igual que el comercio ambulante, absteniéndose de aplicar la ley.
- Cometió la imprudencia de colocar en posiciones fundamentales a soberbios e ineptos en algunos casos, y a profesionistas de la Universidad de Santo Domingo en otros, lo que dio pauta a la corrupción. Pésima señal darían los partidos integrados en el Frente Amplio por México, premiarlo con una candidatura.
- A principios del año pasado, el área que manejaba Ávila Mayo recibió una denuncia por una construcción irregular en la casa 33 del condominio “Jazmin” del fraccionamiento “Rinconada de Los Reyes”, localizado en la calle Prolongación Santa Tecla número 110, en el Pueblo de Los Reyes. Levantaron dos niveles sin construir una contrabarda, con lo que pusieron en riesgo a los habitantes aledaños.
- Concluida la investigación que dio la razón al denunciante, el asunto pasó a Rodrigo Díaz Gaxiola, subdirector de procesos jurídicos de la alcaldía, con facultades para ordenar la demolición de lo construido irregularmente, dandole vista previa a la Unidad de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil -lo que no hizo-. Los meses transcurrieron sin que nada ocurriera: las sospechas de corrupción son mayores.
- El denunciante -una persona de la tercera edad-, se topó con un funcionario soberbio, negándole el derecho de acceder a la información del asunto. Ni siquiera a su entonces jefe el Director General Jurídico y de Gobierno, le dijo, le permitiría conocer el expediente, para no incurrir en violación a la ley de transparencia, con lo que exhibió su ignorancia. Así de prepotente.
- Díaz Gaxiola presume en sus redes sociales ser abogado egresado del Instituto Tecnológico de Monterrey. Pena debiera darle: la ley de transparencia protege, como su nombre lo indica, los datos personales de las personas, no así el resultado de las diligencias que se hubiesen encontrado en caso de una construcción irregular que, incluyó, además, la falta del estudio de mecánica de suelos y los permisos correspondientes.
- Esa construcción irregular, como cientos levantadas en esa zona, representan un grave riesgo para los vecinos, debido a que no las realizaron con la seguridad necesaria para garantizar que no causarán víctimas en caso de temblores. Con esos antecedentes Giovani Gutiérrez se apresta a buscar ser reelecto como alcalde Coyoacán, impulsado por su partido, el PAN, y con apoyo de PRI y PRD.
- Tan grave como la que huele a corrupción del subdirector de procesos jurídicos, en el área que durante dos años comandó Obdulio Ávila Mayo, un jefe de unidad departamental acreditó estudios profesionales con documentación de la famosa Universidad de Santo Domingo, en el centro de la Ciudad de México. Es evidente que privilegió los compromisos políticos corruptos.
- El alcalde Gutiérrez ha inundado con propaganda con sus fotografía y nombre las avenidas y calles más importantes de Coyoacán, con el pretexto de su segundo informe de gobierno. Es, en realidad, estrategia política con la intención que los habitantes lo recuerden para influenciarlos a la hora de votar el próximo año. Bien haría primero en limpiar la corrupción del desaseo de Ávila Mayo.
- Es corrupción ubicar en posiciones del servicio público a ineptos y a profesionistas patito. En la entonces delegación Miguel Hidalgo, donde Avila Mayo fue también director general en la gestión de la ahora morenista Gabriela Cuevas, designó al hijo de uno de sus ex compañeros diputado local, sin constatar que se ostentaba como abogado sin nunca haber asistido a una clase de derecho.
- El domingo 15 de octubre, con el cierre del registro de candidatos a una tercera parte de la dirigencia de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) de México, la errática gestión de Ada Hermelinda Salazar Loza estará en juego: el riesgo de una derrota es muy alta, consecuencia de la división en su grupo y la decepcionante gestión realizada en nueve meses.
- En juego estarán las secretarías de trabajo, tesorería y prensa, así como las secretarías de las comisiones de hacienda y vigilancia y del tribunal de honor y justicia. Una derrota del grupo de la señora Salazar Loza implicaría, en la práctica, un debilitamiento tal que se traduciría en la conclusión anticipada de su gestión que formalmente termina en 2026.
- La secretaria general de ASSA ha sido incapaz: ni siquiera ha tenido capacidad para clarificar lo que ella y los suyos llaman todavía el saqueo que, según ellos, cometió su antecesor, Ricardo del Valle. Ni siquiera ha alzado la voz para exigir que las sobrecargos de la nueva Mexicana de Aviación no tengan origen militar, en contraste con la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (ASPA).
- Menos interés -¿capacidad?- le ha puesto para superar las diferencias que su propia candidatura generó con liderazgos de influencia al interior de las sobrecargos de Aeroméxico. Por el contrario, erosionó la unidad de los suyos con críticas a las relaciones personales.
- Incluso, las críticas públicas que hizo de la asesoría que el abogado Arturo Alcalde Justiniani mantuvo en la gestión de Del Valle, de manera natural abrieron un frente político con la ahora secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, hija de aquel.
- Ese distanciamiento parece insalvable, impidiéndole a ASSA de México afiliar a las sobrecargos de la nueva Mexicana de Aviación, línea que será manejada por la Secretaría de la Defensa Nacional. A ese hay que sumarle el cierre de Aeromar en su gestión.
“Los textos escritos en esta columna no son informaciones con sustento en documentos; son versiones no confirmadas que se escuchan en los sindicatos.”
Notas relacionadas
-
-
-
-
