Eugenia Jiménez Cáliz
Un ex legionario de Cristo Marcial Padilla González es el responsable de organizar la marcha a favor de la vida a realizarse el 3 de octubre en la Ciudad de México, convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano en la que se intentará demostrar el músculo que tiene la jerarquía católica en las movilizaciones multitudinarias.
Los obispos mexicanos el 13 de septiembre después de conocer la resolución de Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre dos acciones de inconstitucionalidad de despenalización del aborto en el código penal de Coahuila y en la constitución de Sinaloa decidieron llamar a los fieles a participar en lo que denominaron una marcha a favor de la “Mujer y de la Vida” que es una oposición a esas resoluciones.
Se espera que a la convocatoria de los obispos se sumen otras iglesias que se oponen al aborto, cómo ocurrió en el 2016 donde pastores evangélicos, mormones y otros movimientos religiosos salieron a la calles en contra del matrimonio igualitario y la adopción de niños por estas parejas.
La CEM ya recibió las primeras manifestaciones de apoyo en un manifiesto del 14 de septiembre los Consejos Interreligiosos de México con presencia en 28 estados “exigen vivir en un país en donde se respete la vida, nuestro pensamiento y convicciones” y algunas de las iglesias que los integran participarán en la marcha.
En los últimos años algunas movilizaciones multitudinarias en las que estuvieron al frente religiosos fueron: contra el aborto en 2004 cuando se legalizó la Interrupción Legal del Embrazo en la Ciudad de México hasta las 12 semanas.
El sacerdote Pedro Agustín Rivera Díaz quien era coordinador de Eventos Evangelizadores Multitudinarios de la Arquidiócesis de México del 2004-2006 convocó a marchas que se realizaron de la Glorieta de Peralvillo a la Basílica de Guadalupe al frente de éstas y portando un estandarte de la Virgen de Guadalupe se oraba por la vida del no nacido y las mujeres que deciden abortar. Además, de denunciar las “leyes criminales que se pretenden imponer”.
Otra marcha donde participaron activamente algunos obispos fueron las realizadas en el 2016 en estás la iglesia católica aliada con otras como la ortodoxa, evangélicos, mormones y de otros movimientos religiosos, crearon un frente y salieron a las calles para manifestarse en contra de las reformas propuestas por el entonces presidente Enrique Peña Nieto a favor de los matrimonios de parejas del mismo sexo y la adopción de niños por éstas.
La principal movilización multitudinaria se realizó en la Ciudad de México el 23 de septiembre de ese año, a la que asistieron cerca de 19 mil personas de todo el país, algunos “acarreados de la fe” como los llamo la activista Cristina Sada porque en Monterrey las empresas les dieron permiso de faltar a sus trabajadores si asistían a la marcha y desde ese lugar salieron camiones con rumbo a la Ciudad de México.
Días antes el 10 de septiembre de ese año en contra de esas iniciativas presidenciales salieron a las calles a manifestarse obispos y sacerdotes que encabezaron las manifestaciones en sus localidades y desde entonces se refugiaron en sus homilías en los templos o en sus mensajes que poco se difunden entre su feligresía.
Actualmente la situación es diferente, porque la Conferencia del Episcopado Mexicano es la convocante y se espera que el exhorto a asistir a la marcha tenga mayor fuerza por que se involucrarán directamente los más de 100 obispos del país.
Además, han decidido que no sean las organizaciones tradicionales Pro vida, algunas vinculadas al Partido Acción Nacional las organizadoras, sino un laico Marcial Padilla González integrante de la Dimensión de la Vida de la CEM.
Marcial Padilla además de pertenecer a esa dimensión episcopal es director de Con participación https://conparticipacion.mx/ una organización Pro vida con sede en Monterrey, cercano al arzobispo Rogelio Cabrera presidente de la CEM.
