Datos duros

Agenda sindical

La segunda etapa del nuevo modelo laboral

Carlos Carral Hernández

Con un nombre más rimbombante que cualquier otra cosa, el día de ayer se puso en marcha la segunda etapa del nuevo modelo laboral, con ésta iniciaron operaciones los Tribunales Laborales y los Centros Locales de Conciliación Laboral en 13 estados, un hecho que tuvo como símbolo inaugural, la ceremonia encabezada por la secretaria del trabajo acuerpada por el ministro presidente de la SCJN, representantes sindicales y representantes empresariales, un evento en el que se dijo que la implementación del nuevo modelo laboral representaba un hecho histórico.


El hecho me hizo recordar mi materia de Seguridad Nacional en la carrera de Ciencias Políticas que tuve la oportunidad de cursar en la UNAM; de los autores revisados cuando menos el 50% coincidieron que los Estados Unidos pasaron en la década de los 80´s del siglo pasado, de ser un enemigo potencial a la soberanía nacional a ser amigo de nuestro país y el mejor socio comercial que podíamos tener, esto en términos del evangelio según Carlos Salinas de Gortari.

A partir del cambio de visión que tenemos de los Estados Unidos de Norteamérica gracias al modelo neoliberal, no solo nos abrimos a las ideas de nuestro país vecino del norte, sino que el papel de México como el gran hermano de los países de América Latina, se redujo al de un hermano mayor tóxico, alcohólico y sin mucho porvenir, a lo que hay que sumar el papel de patio trasero del tío Sam.

El nuevo modelo laboral es prueba de ello, la reforma a la Ley Federal del Trabajo de 2019 es muestra de la afición que tiene la clase política de este país por el estilo de vida norteamericano, los cambios que sufrió la ley laboral es una calca del capitulo 23 del Tratado México-Estados Unidos-Canadá, es decir, la reforma al código obrero como romanticamente nos referimos a la legislación en está materia, no proviene del legislador nacional, sino de una exigencia del exterior a partir de los tratados internacional que firmamos sin saber el real alcance de éstos.


La implementación de la segunda etapa se da en medio de varias limitaciones que quedan ocultas con el discurso gubernamental, varias de las entidades dónde se implemento oficialmente el nuevo diseño laboral, son entidades con muchas carencias presupuestales, la Ley Federal del Trabajo habla de bases de datos que se deben compartir entre los distintos órdenes de gobierno, de sistemas electrónicos para realizar la notificaciones y hasta de audiencias celebradas de manera virtual, la pregunta es ¿quién verificó que estos elementos en efecto existan ya en la realidad de estos estados? o ¿será que lo único importante es decir que ya se está cumpliendo con las obligaciones adquiridas, aunque la realidad sea -como siempre- algo muy diferente?.

Además de las carencias presupuestales, un hecho incongruente del gobierno federal previo a la entrada de la segunda etapa de su magna obra, un argumento con el que nos han venido la reforma laboral de 2019 es la democratización de los sindicatos, para garantizarlo se debe consultar a la base trabajadora sobre muchos actos relacionados con la negociación colectiva y la representatividad de los trabajadores, como si fueran niños pequeños la idea es preguntarles si están de acuerdo en situaciones que se entrada debieron acordar en las asambleas que realizan con cierta regularidad, contrario a esta idea, hace unos días la misma Luisa Alcalde informó con bombo y platillo que se llegó un acuerdo con la actual dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana para que la elección de su dirigencia nacional sea vía electrónica y no de manera directa como lo establece la misma Ley Federal del Trabajo.

Sobre lo anunciado por la Secretaria del Trabajo varias preguntas surgen, la primera ¿en serio se avala un acuerdo tomado por la dirigencia dejada por Carlos Romero Deschamp?, ¿no es lógico que si la actual dirigencia tomó esa decisión, es porque así conviene a sus intereses?, contrario a la reforma laboral, ¿por qué este acuerdo no es necesario consultarlo a la base trabajadora para saber si lo avalan como ocurre con todo lo que se les consultará según la ley laboral?, ¿en ese caso no es necesario?. La reforma laboral puro discurso, perdida de derechos laborales, mayor control gubernamental sobre los trabajadores para implementar sus políticas clientelares y no hay ningún elemento par terminar con los contratos de protección.

ADENDUM

  1. Si el nuevo modelo de laboral es tan bueno y el T-MEC incluso tiene un mecanismo de rápida respuesta ante violaciones a los derechos colectivos del trabajo, por qué tanta opacidad en el tema donde están involucrados los sindicatos minero, de telefonistas, de Notimex, etc, etc, no lo digo yo, hasta los editorialistas con cierta afinidad a la 4T lo dicen: “La incapacidad de las autoridades del Trabajo es cada vez más peligrosa, y si no, pregúntenle a los mineros.” (Rayuela, La Jornada, 4 de Noviembre de 2021).

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*Abogado Postulante y Director de a Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.

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