Datos duros

Ni las tasas ni el alza de precios vencieron el negocio de la alimentación de este empresario hidalguense

Carlos Barrera Neri, fundador de la empresa Alium, aseguró que la pandemia por Covid-19 no lo venció, sino lo fortaleció su negocio alimenticio

Enrique Hernández/ Forbes México

 

Carlos Alberto Barrera Neri dejó el futbol profesional por vender alimentos para reos, escuelas, restaurantes y hoteles. Y fue por esa decisión, por la que este joven hidalguense trazó su objetivo de convertir a su empresa Alium en uno de los principales distribuidores de alimentos en México y  en América Latina.


 

“¿Cómo lograrlo?: Con disciplina, profesionalismo y siendo disruptivo”, apunta.

 


En seis años, la mayor parte en medio de una pandemia por Covid-19, Barrera Neri logró ganarse la confianza de sus clientes, así como consiguió fortalecer las operaciones de su empresa.

Por sus manos y empresa pasa todos los días darle de comer (desayuno, comida y cena) a cerca de 5 mil personas diariamente en los Centros de Readaptación Social (Ceresos) de Hidalgo. Además de distribuir más de 140 mil desayunos y comidas a los Sistema DIF de dicho estado.

 

El tiempo que duró la pandemia más que “pegarle”, como pasó con otras empresas que quebraron o cerraron por falta de flujo de efectivo,  lo motivó a redoblar esfuerzos para no dejar de cumplir sus compromisos, cuenta a Forbes México.

 

“Fue muy compleja la pandemia por Covid-19, porque nos enfrentamos a miles de problemáticas”, señala el empresario hidalguense, quien asegura que detrás de su ascenso empresarial está el trabajo y la dedicación.

 

“De entrada contamos con el apoyo de instituciones bancarias, que nos brindaron importantes créditos para no parar operaciones, porque durante la pandemia contábamos con la escasez de alimentos y el incremento en el precio de los productos”, declara.

“Vencimos el miedo y sacamos a flote la empresa; hoy estamos más fortalecidos, porque ni las tasas de intereses, ni el incremento en el costo de los insumos lograron vencerlos”, afirma.

 

Carlos Barrera Neri asegura que la base de su éxito está en ofrecer alimentos de calidad, contar con diversas certificaciones (incluso internacionales), entregar el producto en tiempo y forma y tener un plan B efectivo y oportuno cuando sea necesario.

 

En el caso específico de los Ceresos de Hidalgo, comenta que es todo un reto.

 

“No es nada fácil. Te enfrentas al monitoreo en tiempo real de las unidades, con GPS y cámaras. Aplicamos exámenes de control y confianza a todos nuestros operadores por medio de un perito certificado del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, Hemos sufrido hasta amenazas de muerte por no meter, por ejemplo, celulares en el abasto. Pero no nos hemos detenido para continuar esta ardua labor que es 24/7”, revela.

 

Carlos Barrera dice que Alium cuenta con certificaciones de temas de inocuidad. “Para eso tenemos convenios con la Secretaría de Salud, Copriseh, Cofepris porque si se enferma un solo interno es catastrófico, se enferman 4 mil 800 personas”, añade.

 

Afirma que otra de las razones por las que se mantiene fuerte como proveedor del Sistema DIF Hidalgo y de los Ceresos del Estado de Hidalgo es que ofrece alimentos de calidad nutricional, “respaldados con estudios bromatológicos de cada producto que entregamos”.

 

Con una inversión de alrededor 300 millones de pesos, actualmente Alium tiene una flotilla de 22 unidades, una bodega y una planta donde fabrican mix de cacahuate, arándanos, uva pasa y pistache.

 

Hoy ya tiene la capacidad para ofrecer los servicios en otros estados de la República Mexicana. “Es más, tenemos toda la infraestructura y las certificaciones que se requieren, incluso internacionales. Vemos en un futuro poder surtir alimentos hasta en otros países de Latinoamérica”, afirma.

 

Una de sus mayores satisfacciones es que ha logrado reducir su merma hasta en un 20 por ciento.

 

“El objetivo no es tanto las pérdidas para la empresa sino darle de comer a un 20 por ciento más de la población. A veces duermo 4 horas al día pero la mayor recompensa es ver que todo el alimento que manejo llega a la gente”, concluye el empresario hidalguense.

 

Con información de Forbes México

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