Opinión

1 de mayo -In Memoriam-

Sin saber qué hacer

Carlos Carral Hernández

 

Está será una serie de 5 entregas relativas al 1 de mayo y todo lo que está ocurriendo en nuestro país en torno al mundo del trabajo, es una serie que abordará varios aspectos importantes: la reforma laboral y su congruencia con la Constitución, el mundo sindical, el papel del T-MEC en los cambios que se están viviendo en la aplicación de la legislación laboral y la cerrazón de muchos actores, principalmente los dirigentes sindicales, que buscando su supervivencia política, están entregando a la base trabajadora que dicen representar.


 

Sin mayor preámbulo debemos decir que el 1 de mayo llegó nuevamente, después de los momentos más complicados de la pandemia, se presentó el primer corte de los trabajadores para evaluar los cambios a la Ley Federal del Trabajo con mayor seriedad, finalmente los 2 años anteriores nada se pudo hacer formalmente, el Covid 19 relajó mucho la discusión y los cambios a la legislación de 2019 se implementaron sin mayor resistencia.

 


Algo que nos llamó mucho la atención, es la falta de coherencia y unidad de los trabajadores en las acciones del 1 de mayo, de pos sí, siempre ha habido una confusión sobre la fecha, para algunos es festejo y para otros conmemoración, para los primeros descansar es suficiente, para los segundos es importante salir a manifestarse a las calles y dar algún pronunciamiento al margen del gobierno sobre la situación laboral que se vive cada año, una confusión que este año ha sido mayor.

 

Lo cierto es que tanto en aquellos que apelan a participar en los cambios que se empujan desde el gobierno, como en lo que consideran que hay que ser más críticos, la constante es la misma, saben qué se están dando cambios, pero no dimensionan el alcance de ellos, en realidad no saben qué hacer frente a varios fenómenos y la necesidad de muchos dirigentes es la misma, buscar la supervivencia en los cargos y en los casos más extremos, hasta la supervivencia de sus propias organizaciones.

 

El 1 de mayo encierra una lucha por condiciones más equitativas entre el capital y la mano de obra, una lucha que está más vigente que nunca, no quiere decir que en algún momento haya pasado a segundo término, los cambios en el modelo económico han planteado modificaciones que encierran la perdida en los derechos de los trabajadores, con el pretexto de que los cambios son necesarios para la generación de empleos, lo que es una total mentira, los cambios a la Ley Federal del Trabajo, tanto en la reforma de 2012, como en la de 2019, encierran modificaciones a cargo del bolsillo de la mano de obra, que lejos de alcanzar estabilidad, han generado precariedad en las condiciones de trabajo, incertidumbre en la relación laboral y sobre todo, la imposibilidad de alcanzar la satisfacción de las necesidades más elementales de los trabajadores, de la generación de nuevas fuentes de empleo, definitivamente nada.

 

Con el paso de los meses los efectos empiezan a ser claros, el derecho del trabajo se ha alejado de los principios de la Justicia Social, la ley laboral y su aplicación se ha acercado al ideal de la Justicia Conmutativa, esa que tiene que ver más con el derecho privado, donde la voluntad de las partes es la que determina de manera fundamental los términos de la relación, un fenómeno que tal vez en este avance pudiera llegar un día a la regulación de las relaciones laborales a partir de la libertad de las partes, donde el patrón no obligue a nadie a aceptar las condiciones en las que ofrezca el trabajo, condiciones donde lo único que tal vez pudiera ofrecer es el pago de un salario sin mayores prestaciones, obligando a la población a aceptar estas condiciones de empleo por no haber literalmente de otra.

 

Los sindicatos sobre todo enfrentan 2 grandes retos, el primero la corrupción de sus dirigentes que para mantenerse en el poder, están dispuestos en la mayoría de casos a entregar al sector patronal el contenido de sus contratos de trabajo y el segundo más importante, analizar los fenómenos que viven a la luz del derecho y la idea de justicia detrás del derecho laboral y desde luego superar su apatía por formarse en términos de la basta teoría sindical que existe a partir de la posición objetiva de los trabajadores y trabajadoras en la relación de trabajo en general, lo que de superar, les ayudará a ver la trampa que existe en el ideal de libertad que nos han vendido desde hace ya poco más de 30 años.

 

Sin duda los trabajadores no saben qué hacer frente a la embestida del neoliberalismo y la globalización, tampoco qué hacer frente al cambio de liderazgos afines a la 4T que el gobierno está empujando desde el primer día de su gestión, circunstancia que en la formalidad de la ley y la vía de los hechos con el actuar de quienes los representan, encierran la perdida acelerada de derechos.

 

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*Abogado Postulante y Director de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.

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