Xóchitl, cada día más lejos de su electorado femenino

Juan E. Rubio Gualito • @juanrubiog

 

Lo que la derecha trató de vender como un “gran fenómeno” en redes sociales y en medios tradicionales de comunicación, al parecer se está desmoronando, ya que un amplio sector de mujeres que en un principio comulgaban con ella, hoy están tomando distancia.

 

Primeramente, se dejó grabar en una cantina en Chihuahua el 21 de julio, en donde de manera grotesca simulaba besar un platillo en forma de pene. El post en X (antes Twitter) tuvo un sorprendente alcance de un millón de personas, pero con un 90% de comentarios negativos.

 

Ahora, este sábado 09 de Septiembre, la inminente candidata de la derecha, subió a sus redes una entrevista que se realizó para promocionar a una cadena de hoteles, en la que ella se mete a la cama con el periodista español Alberto Peleaz, con la intención de contestar preguntas, de las cuales ninguna posiciona un planteamiento político, por el contrario “compartió” cuestiones íntimas de su vida. Esta entrevista tuvo un alcance de 286 mil personas y también una percepción muy negativa.

 

Este tipo de mensajes y sus vulgares arrebatos, en donde no solo se expresa con groserías, sino exhibe sus limitaciones políticas e intelectuales, comienza a alejar el voto de las mujeres en su entorno, más la de aquellos sectores conservadores, las cuales un día sí y otro también, se han cansado de denostar al Presidente y a los simpatizantes de la Cuarta Transformación, con argumentos clasistas y hasta racistas.

 

Dicha percepción comienza a preocupar a las dirigencias del PRIAN, por lo que han mandado a realizar un conjunto de encuestas para tratar de “pulir” la imagen y el discurso de su auto proclamada “candidata de la mujer”.

 

Las alertas rojas están encendidas al interior del círculo de Xóchitl, ya que le informaron estos días que cuando fue entrevistada en la cadena N+ (Televisa) el 31 de agosto, como consecuencia de sus habituales arrebatos de vulgaridad, la audiencia tuvo una caída de más de dos millones de televidentes, cuando el objetivo era totalmente el contrario, ya que la intención era colocarla como la “candidata del feminismo mexicano”.

 

En ocasiones resulta complicado ganarse al electorado y, particularmente a las mujeres, pero su narrativa de no ser una mujer impuesta por un hombre, él intentando hacernos creer hasta el cansancio que ningún varón se encuentra manejando (esto incluye a Don Claudio X.) se cae, ya que ante tales arrebatos infestados de machismo y en algunos casos de misoginia, han llevado al borde del desquicio al sus asesoras en temas de género.

 

Le alcanzará en estos nueve meses el revertir esta imagen de MUJER MACHISTA, actitudes que dice combatir en el discurso, pero que en sus acciones repite de manera constante, y aunque pareciera lejano, el tiempo se le está agotando.

 

Tristemente para ella en este momento, con los videos que está publicando, como los arriba señalados, la candidata está alejando la simpatía de las mujeres “frentistas” por ella. El rango de sus simpatizantes va de los 30 a 65 años es bastante conservador, y no ve con buenos ojos una comunicación vulgar. Piensan, pues, “que no es un buen ejemplo para la familia”.

 

Podríamos estar o no de acuerdo con esta forma de pensar, pero es una realidad, que en los ya pocos Estados gobernados por el PRIAN, que son zonas de gran conservadurismo y donde podría haber una reserva de importantes votos para la oposición, la Señora X no es bien vista.

 

Hay quienes seguramente dirán que el ir a todas las entrevistas y postear vulgaridades ayuda a conseguir el voto de minorías, y que de minoría en minoría se van construyendo mayorías. Pero en este caso me parece que el tiempo es un factor y que este tipo de mensajes no abonan a la Sra. Xóchitl Gálvez.

 

De hecho, esto solo demuestra que la senadora panista no trae una eficiente coordinación de campaña y que, sencillamente, hace cualquier payasada, sin saber qué le sirve y qué le afecta. Mientras tanto, su competidora, la Dra. Claudia Sheinbaum parece ser más estratégica y cuidadosa, eligiendo sus batallas.

 

Faltan aún varios meses para la jornada electoral del 2 de junio de 2024, pero los errores son costosos y tardan en remediarse. La oposición tiene poco margen para equivocarse, pues van a competir contra un Movimiento bien articulado y con la experiencia de un trabajo territorial de decenas de años.

 

Aunque existe la premisa de que en las campañas hay aprendizajes, debe quedar claro que la “candidata” del frente opositor tiene un problema importante con su electorado femenino. A valoración de este servidor el tiempo no le va a alcanzar, 9 meses se terminan muy pronto y una imagen como la que se ha encargado de construir la candidata del conservadurismo no será fácil de cambiar, tanto como lo que dice, con quién lo dice y cómo lo dice.