Agenda Propia

Justicia laboral peor que tortuga; CDMX tiene rezago de 150 mil expedientes 

La Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la CDMX enfrenta un rezago que en la pandemia ha aumentado en más de 20 mil expedientes. Una demanda presentada hace un año y medio, ni siquiera ha sido radicada, cuando la ley ordena que en 72 horas se deberá dictar el auto de admisión.

Por el Pordiosero

En marzo del 2020, un trabajador despedido injustificadamente, inició ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México una demanda de reinstalación y pago de salarios caídos. Casi un año y medio después, a principios de julio, debió presentar un amparo por justicia pronta y expedita, debido a que el expediente ni siquiera ha sido radicado en la Junta Especial número 11 que preside Jazmín Jiménez Peñaloza.


El pretexto para no aplicar justicia en materia laboral, es la pandemia, lo que ha llevado a que en la JLCACDMX, bajo la presidencia de Víctor Martínez Corona, enfrente un rezago de unos 150 mil expedientes, de los cuales alrededor de 20 mil han aumentado desde la segunda quincena de marzo del año pasado.

El rezago que afecta principalmente a los trabajadores, también se resiente en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje -dependiente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social-, donde otro trabajador también despedido injustificadamente, tiene ocho años sin lograr que se le administre justicia, pese a un laudo a su favor.

En este caso, el trabajador fue despedido injustamente en abril de 2013. Tras un largo y farragoso juicio, la junta emitió un laudo seis años después, en el que ordenó la reinstalación y el pago de salarios caídos, pero olvidó incluir prestaciones, por lo que el trabajador debió tramitar un amparo en busca de corregir el perjuicio que se le causaba.


El amparo fue tramitado en tiempo ante un juzgado de distrito a finales de octubre de 2019. Desde entonces, la junta federal ni siquiera ha enviado al expediente al juzgado de distrito, por lo que el perjuicio al trabajador es irreparable.

En  la reforma a la Ley Federal del Trabajo de 2012, se fijó un tope máximo de un año para el pago de salarios caídos para los trabajadores despedidos injustificadamente y después un porcentaje del orden del 15 por ciento.

La implementación de juzgados laborales en sustitución de las juntas de conciliación y arbitraje, ordenada por la reforma laboral que entró en vigor el 1 de mayo de 2019, no aplicará a los expedientes laborales en trámite.

Sólo en el caso de la JLCACDMX, se estima que la tramitación de los expedientes que conoce -el rezago se incrementa cada día con nuevos juicios laborales- consumirá casi diez años más una vez que inicien operaciones los juzgados labores dependientes del poder judicial. De ese tamaño el problema que se enfrenta.

El primer párrafo del artículo 873 de la Ley Federal del Trabajo, señala: “Dentro de las veinticuatro horas siguientes a la presentación de la demanda, deberá turnarse al Tribunal correspondiente; si la demanda se encuentra ajustada a derecho, este deberá dictar el acuerdo de admisión respectivo dentro de los tres días siguientes a que le sea turnada o de que se haya subsanado esta…”.

Seguramente al trabajador se le concederá el amparo por justicia pronta y expedita, debido a la violación de lo ordenado por la ley laboral. La junta especial 11 de la local de conciliación y arbitraje deberá cumplir con radicar el expediente, con lo que iniciará formalmente el proceso.

Para la emisión del laudo respectivo, transcurrirán todavía varios meses, mientras se realiza la conciliación y el desahogo de las pruebas. El perdedor será el trabajador, debido a que por la saturación de expedientes, las fechas entre audiencias y resoluciones, tardan demasiado tiempo.

“Primero los pobres”, fue uno de los lemas preferidos de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador, que a tres años de gobierno, se ha traducido, por lo menos en la administración de justicia laboral, en una maraña burocrática que ha complicado la solución de problemas.

Mientras las demandas laborales se empolvan en las juntas de conciliación en espera dese desahogadas, cientos de empresas desaparecen -algunos agobiadas por la crisis económica originada por la pandemia de la Covid-19 y otras para evadir el pago de salarios vencidos a los trabajadores- .

En la JLCACDMX desde hace años reina el caos, que si bien no es culpa del presidente Martínez Corona, sí lo es por no haber logrado implementar mecanismos que permitan cumplir con la encomienda que tiene. Síntoma del desastre que impera en ese órgano jurisdiccional en materia laboral, es que hace unos días quien era coordinador de de recursos humanos, Miguel Agustín Salinas, fue sustituido por Gersón Ramírez Cornejo.

El mejor mejor ejemplo del desastre en la política de administración de justicia laboral en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo representa la huelga en la agencia de noticias gubernamental Notimex, con más de un año de iniciada y sin solución pese a laudos de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button