Opinión

Agenda sindical

Estado de bienestar y mujeres empoderadas

Carlos Carral Hernández

Con un aumento en los casos de violencia contra de la mujer, una mujer, la actual Jefa de Gobierno, habló de la creación de un nuevo estado de bienestar, en el que están desde luego incluidas la mujer como parte de la agenda que dice, encabeza la 4T en el tema de reivindicación de la lucha social en torno al feminismo.


Primero habría que definir el significado de estado de bienestar, no puede desde luego ser cualquier cosa. El “nuevo estado de bienestar” que pregona la 4T, no puede ser tan diferente al estado de bienestar que ya vivimos en México, algo así como ocurre con el liberalismo en su faceta económica y el neoliberalismo actual.

El estado de bienestar, fue aquel modelo económico, político y social en el que hubo una intervención directa del estado en la economía, se fundaron prácticamente empresas paraestatales en todos los sectores de la producción y servicios, empresas que dieron empleo a muchos mexicanos y que permitieron hablar de principios como el de la estabilidad en el empleo, la seguridad social desde un punto de vista amplio, un régimen de pensiones garantizado, tanto para los trabajadores como sus beneficiarios, etc.

Gracias al estado de bienestar, muchos de nosotros tenemos casa por al empleo que tuvieron nuestros padres, muchas de nuestras madres gozan de la pensión que nuestro padre les dejó después de su muerte y a muchos de nosotros nos tocó gozar incluso, de los beneficios que desde el punto del esparcimiento brindó la seguridad social, hoy, de eso nada o poco existe.


Los derechos que se forjaron en torno al estado de bienestar, los que se materializaron en los artículos 3, 27 y 123 están en liquidación, los núcleos ejidales tienen signo de pesos desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortarí, algo que no se ha frenado por el actual gobierno, y las reformas de 2012 y la obradorista de 2019, son verdaderos retrocesos a los derechos de los trabajadores.

Este es el contexto al que se enfrentan las mujeres, la idea detrás de los grupos en situación de desventaja ha cambiado, a las mujeres de poco les sirve contar con leyes que garantizan el acceso a una vida libre de violencia, a que haya un banco de datos genéticos de los agresores o que tengan una ley como la “Olimipia” que sancione el acoso cibernético, si no tienen resuelto lo más elemental: casa, trabajo, comida y salud.

Algo es cierto, los hombres no estamos dando el ancho, tal vez nunca lo hemos hecho, pensamos que traer hijos al mundo es de lo más simple, si no les damos pensión y no me entero que algo les pasó por mi desobligación, entonces no hay en realidad un problema, como dicen muchos ¡no pasa nada, es normal!, una realidad verdaderamente violenta y cruel que forma parte de ese circulo nocivo que vive la mujer en esta sociedad.

Pero no debemos engañarnos, el estado de bienestar debe necesariamente descansar en la seguridad material, no en leyes que hablan de cuentos de ensueño como las que le ha brindado el estado a las mujeres en los últimos 20 años; si de verdad queremos mujeres empoderadas, debemos regresar a un esquema dónde las necesidades básicas de todo mundo estén cubiertas en lo mayor posible, esa es la puerta a la felicidad de la que ya nadie habla a nivel social y el camino para mujeres seguras en todos los sentidos.

¿Qué mujer acepta vivir en medio de la violencia?, una que no le queda de otra, que seguramente cometió un error en algún momento al elegir, o a la que nació y creció en un contexto familiar violento que lejos de cesar, se agudiza aún más, en ambos casos mujeres atadas a una realidad económica limitada. Pienso que si una mujeres tuviera lo más básico resuelto y a la mano, no permitiría con tanta facilidad ser violentada como ocurre hasta ahora.

Si bien la violencia a la mujer no sólo se da en el contexto familiar, pues mucha de esa violencia es también accidental hasta cierto punto, por algo podemos empezar, limitarla en el seno familiar, permite la formación de una verdadera nueva visión y no la mariguanada que ahora nos quiere vender Sheimbaum y la 4T como estado de bienestar. ¡no señora Sheimbaum, no cualquier cosa puede ser estado de bienestar!.

[email protected]

www.facebook.com/carralcarlos

www.twitter.com/carral_

*Abogado Postulante y Director de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button