¿Porqué las diferencias?

María Ortiz

El tema realmente es complejo porque no sabes si la persona con la que estas conversando es bisexual, transexual o heterosexual, es algo que a simple vista no se ve, que tal si hablas abiertamente o abordas el tema de la preferencia sexual y hay personas con ideas conservadoras las cuales por ningún motivo aceptaran esa diversidad sexual que actualmente tenemos.

Hoy en día por todas partes hay chicos gays, chicas lesbianas con los que podemos entablar conversaciones productivas, ellos a medida que sientan confianza se abrirán y tal vez nos confesaran su sentir y sus gustos y te encontrarás con la sorpresa que es parte de la comunidad LGBT+  y lo tenían en secreto por temor a ser rechazados o incomprendidos.

¿Qué tan extraño es que dos hombres o dos mujeres tengan una amistad estrecha, independientemente que uno mire a la mujer o el otro al hombre?

La amistad entre un heterosexual y un bisexual es exactamente igual que entre dos hombres heterosexuales, a menos que alguien tenga la idea de que la amistad sea una relación para salir a ligar o compartir hazañas sexuales y si así fuera, bien pueden hablar de sus conquistas de manera abierta  o que el heterosexual tema ser deseado por el amig@ de la comunidad, pero hay que tener en cuenta que a los homosexuales nos les gustan todos los hombres e igualmente con las mujeres, cada uno de ellos tienen gustos e intereses bien específicos como cualquier otra persona.

Que tan difícil es la vida de una persona que tiene que vivir experiencias de represión, rechazo, de violencia, aislamiento, intimidación y un sin número de acciones discriminatorias, por manifestar sus sentimientos e ideas, que no es un capricho o una moda o no es algo que se decide de la noche a la mañana.

Hoy les comparto esta historia que probablemente se asemeje a muchas en nuestra sociedad.

Patricia es parte de una familia mexicana tradicional, sus abuelos con ideas arraigadas, imposibles de cambiar y que a pesar del amor que le tienen no aceptan que a ella no le gusten los hombres sino las mujeres, su abuelito le dice que son los renglones retorcidos de dios, que eso no es normal ni natural, su abuela le dice que las mujeres están hechas para los hombres que la homosexualidad es cosa de satanás.

Su papá que le advirtió que si él la ve con su “amiga” o algún conocido le hace cualquier tipo de comentario sobre esa absurda idea, la correrá de la casa y se olvidará de su familia, tiene primos y un tío  que apoyan y respetan su preferencia sexual, sin embargo, para ella no es suficiente, hace años su mamá leyó su diario personal razón por la que se enteraron de su gusto por las mujeres, Paty no lo pudo negar, ese día hubo gritos, reclamos, castigos, como aún era menor de edad la llevaban y la recogían de la escuela, le prohibieron ir al trabajo, le retiraron todos los dispositivos con que pudiera comunicarse  con sus amigos pero lo que más lastimó a Paty fue el rechazo de esas personas que tanto ama y que por más que ella quizo brindarles información para que entendieran su posición fue inútil ellos no quisieron escucharla, conforme pasaron los días ella se sentía más triste, deprimida y en contra de su familia sentía odiarlos hasta que llegó un momento y decidió quitarse la vida por la situación tan difícil que estaba pasando.

Afortunadamente no logró gracias a la ayuda de una amiga, ella le ha ido aconsejando como llevar una convivencia armónica con su familia, ya que también es entendible que personas que crecieron bajo la educación, la cultura y la moral de antepasados sumamente rígidos sobre el tema de la diversidad sexual, se sientan lastimados y ofendidos por algo que no conocen y que igual que los que defienden sus ideas.

Así que, Paty ha tenido que mantener sus relaciones amorosas en secreto y ha llegado hasta tener un novio de pantalla para que su familia esté contenta, lo que ellos desconocen es que él también pertenece a la comunidad LGTB+ y que de igual forma que él le ayuda a Patricia, ella ante la familia de él es su novia.

En los centros de trabajo aún persiste la discriminación hacia la lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y queer, tal vez las políticas de la empresa sean inclusivas pero las personas que deben de hacerlas valer no lo hagan al contrario, hay quienes del área de recursos humanos no comparten la idea de respetar y hacer respetar los derechos que tienen los colaboradores así su orientación sexual no sea la misma que tienen ellos, entonces sucede que las personas de la comunidad pueden sentirse aislados y malentendidos.

También tienen un alto riesgo de acoso y de suicidio y no saben qué hacer o adonde acudir para que se les apoye, generalmente, dichos prejuicios provienen de la valoración positiva que se da a la heterosexualidad, así como a la presunta congruencia que se cree debería existir entre la identidad de género de una persona y el sexo que le fue asignado al nacer, o bien a las características corporales que se consideran “normales”.

Es un proceso con raíces históricas que se alimenta de los estereotipos asociados con la diversidad sexual. Dichos estigmas han justificado una diferencia de trato, y se encuentran tan arraigados en nuestra cultura que inciden no sólo en el ámbito privado principalmente en la familia sino también en el público, por ejemplo, en las instituciones de seguridad social o de acceso a la justicia.

Como es natural todos tenemos puntos de vista diferentes, hay quienes respetamos la forma de ser y de actuar de los demás, aunque sea distinta a la nuestra, pero también hay quienes estereotipan y rechazan a quienes hacen las cosas de manera diferente a lo que ellos piensan que es lo correctamente moral o que por juntarse con personas de la comunidad eres como ellos, hay quien piensa que todos los miembros de esta son promiscuos o con un trastorno mental y lo cierto es que son parte de la sociedad y ellos igual que muchos han aportado algo para hacer de este mundo algo mejor, lo importante  es respetar las ideas de los demás seas chica, chico o chike, quitarnos prejuicios demasiado viejos que llevan a no mostrar afecto hacia los demás.