Tumba-burros Digital

Las emblemáticas pensiones francesas II

Continuando con este tema, es fundamental mencionar que actualmente y derivado de la iniciativa de reforma al sistema público de pensiones en Francia, promovida ésta por el Presidente Emmanuel Macron y que contempla entre otros aspectos el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años

Luis Escobar Ramos

 

El tener que laborar y cotizar no 42 años, sino 43 para poder tener derecho a una pensión al 100 %, eliminar los aproximadamente 41 esquemas para pasar a uno sólo en el país, disminuir beneficios en esta materia a sectores de trabajadores de la energía, transportes, policía y ejército, dentro de otros aspectos; lo que ha generado una gran inconformidad, no sólo en el sector obrero, sino en la sociedad francesa, que ha salido a las calles en muchas ciudades del país para manifestar su descontento y repudio a dicha iniciativa de reforma, lo anterior ha causado retroceso un importante para el Presidente en cuanto a la aprobación ciudadana, misma que hoy anda por allá del 30 %, planteándose incluso en las movilizaciones su destitución.


 

Desde el momento en que el gobierno dio a conocer su pretensión de reformar el sistema pensionario, la clase obrera, política, intelectuales, académicos y en general la sociedad en su conjunto manifestó su rechazo, ya que ubican perfectamente que esto tendría un efecto directo en el entramado social y económico del país, dándose un efecto dominó, debido a que al disminuir el ingreso de los pensionados se reflejaría en  pérdida de poder adquisitivo, con lo que  el mercado interno se deprimiría y ocasionaría un retroceso en el estado de bienestar de la sociedad francesa.

 


Es de destacar que Francia es uno de los países de Unión Europea (UE) con un gasto pensionario del 14% de su Producto Interno Bruto (PIB) y que se ubica por arriba de la media en la zona que es del 9,5%, por lo que la pretendida reforma es en buena medida una exigencia de las instituciones comunitarias tanto a Francia como a España, Portugal, Italia, Polonia y Bulgaria, para según ellos, garantizar la subsistencia de los sistemas de pensiones y sin aumentar el déficit público de 3%, como parte del Tratado de Mastritch, que es la base de la Unión Europea para mantener la unión monetaria y financiera, lo que provoca parte del descontento social, al ser entidades y factores externos los que dicen los franceses están interviniendo y gobernando al país, habiendo incluso ideas de plantear la salida de la UE.

 

Durante los 2 primeros meses del presente año se ha vivido una situación tensa en Francia; en el ámbito parlamentario, donde el Partido “Renacimiento” del Presidente Macron cuenta con 250 escaños, más 61 de su aliado Los Republicanos, dicho lo anterior para ubicar las posibilidades de la iniciativa, que muy en el fondo el Presidente sabe que sería complicado librar la aduana parlamentaria; mientras tanto, en las calles las protestas no cesan, dándose éstas en 2 vertientes, la primera por medio de la acción sindical vía convocatorias a huelgas en ramos vitales  paralizando actividades en trenes y otros transportes públicos, refinerías, gasolinerías y el servicio púbico de recolección de basura, lo que ha puesto en caos,  a las principales ciudades.

 

La segunda vertiente ha sido la movilización popular, incorporándose también miles de estudiantes que han desafiado las detenciones masivas realizadas por la fuerza pública; en tanto el Presidente en los hechos rechazaba el diálogo propuesto por el sector obrero, al contestar que se podría reunir con ellos, no obstante, sería para tratar otros temas, menos el de la reforma de pensiones, lo que agudizó Las protestas.

 

En un escenario que el sector obrero y la sociedad ya preveía, el 16 de marzo el Presidente Macron ante el temor de que su reforma no fuera aceptada por la Asamblea, ya que ahí no cuenta con mayoría, tomó un atajo legal, haciendo uso del artículo 49.3 constitucional para aprobar su propuesta sin pasar por la Asamblea, lo que provocó la ira y aumentó el descontento popular en todo el país, aumentando la represión en diversas ciudades.

 

Lo anterior llevó a los sindicatos, trabajadores, partidos políticos opositores, académicos y organizaciones no gubernamentales a dar paso a su siguiente etapa de lucha que contemplaba intentar una moción de censura como vía para suspender la tramitación de la reforma y para lo cual los partidos políticos tienen un margen de acción de 24 horas para presentarla y 48 para ser votada. De igual forma, se programó una huelga general para el 23 de marzo, que sería acompañada de una gran movilización social en todo el país.

 

La siguiente semana continuaremos…………..

 

Email: [email protected]

Twitter @LUISESCOBARRAM6

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button