Opinión

De memoria

La 4T cumpliendo sueños…

por Carlos Ferreyra
La rueda de la fortuna gira, pero se detiene extrañamente en las manos de los simpatizantes de Morena y su gobierno de chisguete.
No es un calificativo aventurado ni irrespetuoso, en el caso de confirmarse la autenticidad de la pagina de resultados que nos acompaña.
Hago notar que todos quienes fueron beneficiados con la Dirección General de la Lotería Nacional o de Pronósticos, evidente, con el cargo ganaron el premio mayor. Varias veces cada uno.
Eso permite asegurar que la razón de desaparecer de la vida pública, es el brutal enriquecimiento con que la Patria, agradecida, premió sus incansables agobios en bien de todos los mexicanos.
Poco hemos sabido de las trampas que permitían a los jerarcas de la Lotería, allegarse sin reclamos los premios.
Tiempo atrás, cuando no estábamos tan conectados y el teléfono con enlace era el medio indispensable, entre la lectura del número premiado y la confirmación de su posible venta, transcurría un lapso suficiente para darlo por vendido y adquirirlo hasta sin pago mediante.
También se cazaba a los premiados, a quienes se pagaba un 10 por ciento extra a cambio de la cesión del boleto premiado. Con este sistema los funcionarios públicos evadían toda investigación sobre sus súbitas fortunas.
No lejano en el tiempo, nos enteramos que empleados de medio pelo de Pronósticos, abusando de la difícil movilidad de la interventora de Gobernación, alteraban resultados y ganaban decenas, quizá cientos de millones de pesos.
Eso sucedía a media altura jerárquica, entonces ni siquiera es para suponer lo que ha pasado antes y pasa hoy. Lo cierto es que cada jefazo llegó, vio, disfrutó y se retiró a vivir de sus rentas.
Varios de esos ricardillos de ocasión, fueron amigos o trabajamos juntos en el Senado, en una redacción. Y no, no he vuelto a saber de ellos. Me explico, eso sí, cuando un joven sinaloense que manejaba la imagen de Zedillo al finalizar ese sexenio no pidió, como es digamos normal, una posición política.
Se fue, tranquilo, a Pronósticos un cargo nada envidiado por nadie. Transitó sin apuros ni desacuerdos, salió y se retiró a una vida, me dicen, de placer y abundancia.
Con el sorteo del avión presidencial, rifa en su mas tramposa acepción, vimos mascando a la iguana. Expidieron los números con el atractivo de un premio volador. Dividieron el premio principal o único y decidieron los nombres de los ganadores.
Se habló de un par de escuelas, de un grupo de personas del sector salud y, en síntesis, ni yo ni usted, lector, nos topamos con alguien beneficiado en el sorteo cuyo atractivo, el avión, sigue en poder del que lo rifó.
Esperemos, por lo demás a la jauría dando fe de los ganadores, como dice la canción, la suegra de un señor que no vino a la fiesta o la prima de Nabor el de la orquesta.
Me recuerda, lo he citado antes, a la rifa de la catedral de Toluca cuyo premio principal era la regia mansión que ocupa, creo, la embajada de Corea. Al ganador ademas le entregarían dos Cadillac cola de pato y unos miles de pesos para mantener el lujoso nuevo tren de vida.
Ni siquiera recuerdo el pretexto, pero la lana recaudada sí viajó hasta la tierra de los Hank, el ensotando responsable de la Diócesis se encerró a contar los billetes y se olvidó de celebrar el sorteo que, inicialmente, se ligaba a la Loteria.
Estamos pues acostumbrados a que nos lancen estos huesos. Me confieso víctima de Melate al que sólo otorgo una virtud musicalizada por mi paisano adoptivo Chava Flores: A qué le tiras cuando sueñas mexicano/a hacerte rico de un jalón.
Y naturalmente don Chava menciona a la Lotería.
Repito, si la cartelera de premios es correcta, estamos ante un descarado fraude del gobierno. Comprobar mediante la pagina web de la empresa, la autenticidad de los premios, es tarea que requiere un doctorado cibernético o la intervención de uno de esos chamacos como mis nietos menores, que le inteligen al asunto.
Para ilustración de los escépticos, en contra del reglamento de la institución, al avión suman el sorteo de lotes rústicos, se advierte que sin servicios, no especifica ubicación y lo verdaderamente increíble:
LOS BOLETOS AGRACIADOS SON NÚMEROS CONSECUTIVOS, NADA MAS Y NADA MENOS QUE 200, ASÍ, CORRIDITOS.
De plano la doy por buena, en todo caso es un lunarcito entre el pellejo manchado del jaguar tabasqueño o chiapaneco…

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