Opinión

Reinstalación de los dirigentes del Sindicato de Controladores.

El próximo miércoles 24 de abril se celebrará la audiencia para la reinstalación de los dirigentes del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo – SINACTA –

José Alfredo Covarrubias Aguilar • Secretario general del Sindicato Nacional de Controladores deTránsito Aéreo (SINACTA)

 

Quienes fueron despedidos injustificadamente por su activismo sindical, porque se negaron a aceptar la petición del entonces Director General de SENEAM, de renunciar a los derechos laborales colectivos, consignados en las Condiciones Generales de Trabajo y empezar de cero.


 

También se opusieron a la aplicación de procedimientos que, cómo se comprobó más tarde, incrementaron la cantidad de incidentes graves de aviación poniendo en riesgo la vida de pasajeros y tripulaciones. Al romperse cualquier posibilidad de diálogo fue necesario hacerlo público y evitar que los incidentes se convirtieran en accidentes con resultados fatales.

 


Las notificaciones de cese fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación, el 10 y 15 de enero de 2020, con el siguiente texto: “La relación laboral entre Usted y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se da por terminada el 15 de enero de 2020, por abandono de su empleo, y abandono y repetida falta injustificada a sus labores, La licencia sindical que se le otorgó, fue del 1 de junio al 30 de noviembre de 2019.” Las Condiciones Generales de Trabajo contemplan la comisión por el período que dure el cargo sindical (por lo que se encontraba vigente).

 

Mediante calumnias intentaron desprestigiar a los dirigentes para que los agremiados al SINACTA les retiraron su apoyo; sólo unos pocos se dejaron engañar, otros fueron intimidados y amenazados. Circularon la versión de que al estar despedidos perdían su representación, ignorando que el artículo 376 de la Ley Federal del Trabajo determina que continuarán ejerciendo sus funciones aunque sean separados por el patrón.

 

El funcionario que ordenó el despido, finalmente fue obligado a renunciar por corrupción, por su incapacidad y su notable negligencia, después de que una aeronave fue autorizada a aterrizar en una pista ocupada en el AICM, el 7 de mayo de 2022. A pesar de la ilegalidad y evidente abuso de funciones del Directivo, la SICT prefirió continuar y alargar lo más posible el proceso legal, concluyendo 4 años después.

 

La Primera Sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, en cumplimiento al amparo otorgado por el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, emitió el laudo en favor de los trabajadores el 24 de mayo de 2023 y el pasado 30 de enero de este año determinó que ha quedado firme. Este veredicto es trascendental para el movimiento sindical en nuestro país, para los Controladores Aéreos y para los dirigentes del Sindicato de Controladores, por diversas razones.

 

Para el movimiento sindical mexicano es de gran importancia porque deja un precedente fundamental en favor de los líderes sindicales, dando certeza jurídica a la posición que asumen y les da la confianza de que la ley y la justicia están de su lado; si el resultado hubiera sido contrario, quedarían en total vulnerabilidad y a merced de los caprichos del patrón, en detrimento de los derechos de los trabajadores, contrario al espíritu de la figura sindical.

 

Para el gremio de los Controladores es significativo porque se reafirma la protección de su derecho a ser representados, a ejercer su libertad sindical, fortalece a sus dirigentes para que puedan abogar por sus agremiados, robustece su poder de negociación colectiva y confirma su legitimación para la defensa de sus derechos laborales que, por cierto, durante estos cuatro años han seguido ejerciendo ante las autoridades correspondientes, sin que se haya desconocido de parte de ninguna de ellas.

 

Para los trabajadores, ser representado por los dirigentes de su sindicato es de gran importancia, entre otras razones, porque un trabajador solo es vulnerable en la defensa de sus derechos y es más susceptible de sufrir abusos, más aún cuando el patrón es el Estado. El sindicato puede proporcionar apoyo legal, solidaridad entre sus miembros para enfrentar situaciones adversas en el lugar del trabajo y, por supuesto, para el estudio, mejoramiento y defensa de sus intereses comunes.

 

Es un triunfo más, de la mano del Lic. Alejandro Velázquez Méndez, su apoderado legal, que inició hace muchos años con su contribución en el Derecho laboral burocrático, a la interpretación de la jerarquía de leyes en nuestro país, así como al principio de libertad sindical (lo que trajo como resultado el reconocimiento y registro del SINACTA); de la ampliación del período de representación y la posibilidad de que otros dirigentes sindicales se puedan reelegir; hizo posible la negociación y que se hiciera valer la opinión de los trabajadores en las disposiciones contenidas en las condiciones generales de trabajo.

 

Para los dirigentes sindicales (el que suscribe y Ángel Iturbe Estrop, Secretario General y Secretario de Organización, respectivamente) el resultado impacta totalmente porque al ser restituidos en su empleo, volverán a recibir su salario y prestaciones; aunque permanecen daños que seguramente no podrán ser compensados de ninguna manera, como la incertidumbre y angustia causados a sus familias, daños a la salud aparejados a la supresión de los derechos de seguridad social (principalmente la atención médica o pago de hipoteca), deterioro de la calidad de vida al no percibir su salario, entre muchos otros que quedan tatuados en las entrañas.

 

Es tan importante el derecho de sindicalización que la Declaración Universal de los Derechos Humanos lo considera en los derechos fundamentales de las personas; el Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva y el Convenio sobre los representantes de los trabajadores de la OIT, son determinantes al establecer que los dirigentes sindicales “deberán de gozar de protección eficaz contra todo acto que pueda perjudicarlos, incluido el despido por razón de su condición, de sus actividades sindicales, de su afiliación al sindicato o de su participación en la actividad sindical.”

 

El gobierno mexicano ha hecho importantes esfuerzos en favor de los derechos laborales, sin embargo, incongruentemente discrimina a sus trabajadores, a ese capital humano que hace posible el cumplimiento de sus metas y proyectos. El despido de los dirigentes del SINACTA es una prueba del desdén que se tiene por cumplir con las leyes mexicanas y los convenios internacionales firmados y ratificados por el Estado mexicano.

 

En opinión del periodista Ricardo Homs, “el Estado Mexicano ha sido un patrón abusivo e irresponsable con su plantilla de trabajadores no sindicalizados, concluyendo que el Estado Mexicano es el peor patrón.” A pesar de que el Presidente de la República considera que el outsourcing es ilegal e “inmoral”, uno de cada tres contratos del gobierno son por outsourcing y abundan los contratos de prestación de servicios profesionales, en reemplazo de los servidores públicos pero sin las facultades legales correspondientes.

 

Por otra parte el Dr. Manuel Fuentes Muñiz, opina que “el propio gobierno da el peor ejemplo de cómo burlar derechos laborales.” El ejemplo emblemático es la desaparición de la Agencia Mexicana de Noticias (NOTIMEX), pero los trabajadores en las diferentes dependencias y entidades públicas padecen abusos todos los días, convirtiéndose en marginados sociales.

 

En este contexto, es aún más valioso el triunfo de la clase trabajadora en la defensa de sus derechos, al conseguir el respeto a la libertad sindical mediante la reinstalación de los dirigentes del SINACTA. El triunfo legal no hubiera sido posible sin la confianza, el apoyo y solidaridad de los integrantes del sindicato de controladores.

 

Otro ingrediente importante es la fuerte convicción de principios y valores que prevalece en el Comité Ejecutivo Nacional que, además de su conciencia social -entendida como la sensibilidad hacia los problemas sociales tales como la desigualdad, la discriminación, la injusticia, entre otros- implica reconocer la importancia de estos problemas y sentir la responsabilidad de contribuir a su solución, a través de acciones individuales o colectivas.

 

 Sin duda, la resolución del Tribunal renueva la confianza de que se transita por el camino correcto, aunque se tengan que cruzar senderos obscuros, vale la pena trabajar por buscar la justicia y el trato digno a los trabajadores que brindan seguridad a las aeronaves que circulan en el espacio aéreo mexicano; finalmente, para que ellos puedan cumplir adecuadamente con sus funciones, también tienen que gozar de seguridad en su trabajo en el sentido más amplio, objetivo que dio origen a la formación del SINACTA.

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