Opinión

Llueva, truene, relampaguee o tiemble: la importancia de la permanencia del servicio de control de tránsito aéreo

¡Está temblando! Al sonar la alerta sísmica, las personas cuentan con alrededor de 50 segundos para desalojar edificios, escuelas, oficinas, hogares y ponerse a salvo

José Alfredo Covarrubias Aguilar*

 

Al contrario, los controladores de tránsito aéreo permanecen en sus posiciones de trabajo y deben estar más alertas e informar a los pilotos para garantizar la seguridad de las aeronaves en el espacio aéreo mexicano y en los aeropuertos; la regularidad y eficiencia del servicio es muy importante, más aún en estas contingencias.


 

Lo mismo ocurre con la presencia de los ciclones, ataques a la seguridad, conflictos sociales, emergencias por daños o mal funcionamiento de la aeronave, amenazas de bomba, secuestro, o en los momentos críticos en que los pilotos requieren, aún más, la asistencia del controlador.

 


Su principal objetivo es garantizar la seguridad y eficiencia de las operaciones aéreas, evitando colisiones entre aeronaves y proporcionando asistencia a los pilotos para un vuelo seguro y ordenado. Los servicios de control de tránsito aéreo son un sistema mundial que debe cumplir con los estándares establecidos en los 96 artículos del Convenio de Chicago de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y sus 19 Anexos.

 

Un ejemplo reciente es la situación provocada por el huracán Otis, de categoría 5, que tocó tierra en Acapulco el miércoles 25 de octubre de 2023 a las 00:25 horas, causando gran destrucción de la infraestructura de la ciudad; casi de inmediato a su paso, el personal de controladores e ingenieros de SENEAM, conducidos por su Director General, el Ing. Javier Alonso Vega Duor, restauraron el servicio, permitiendo un puente aéreo para atender las necesidades más urgentes.

 

La carrera de controlador de tránsito aéreo es apasionante; quien se integra, inicia una agradable aventura llena de retos y gratificaciones, cada día es diferente y siempre se está aprendiendo. Se tiene la oportunidad de trabajar en una torre de control – control de aeródromo –, control de aproximación o control de área.

 

Actualmente los avances tecnológicos son una importante herramienta que permite la vigilancia de las operaciones, pero siempre se deben tener presentes los principios técnicos básicos porque en cualquier momento pueden fallar los equipos y es impensable decir a los pilotos: “se cayó el sistema, vuelva mañana”. Las aeronaves tienen que llegar a su destino con seguridad.

 

La carrera se cursa en dos años a nivel técnico superior universitario, la imparte el Centro de Capacitación de SENEAM (CECASE), previa selección de los jóvenes con bachillerato concluido, que demuestren tener el perfil mediante examen psicométrico, dominio del idioma inglés y conocimientos generales. Al concluirla se obtiene la licencia de personal técnico aeronáutico correspondiente, emitida por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).

 

Si bien es cierto que, al concluir la carrera, el controlador se incorpora para aplicar sus conocimientos, lo hace generalmente en el “pie de rama”, es decir, en actividades básicas del control de tránsito aéreo, por lo que debe continuar con su preparación para mantener vigente su licencia y para lograr ascensos en servicios con mayores exigencias. Así mismo tiene la oportunidad de obtener las habilitaciones necesarias, tales como para la operación del radar ruta o terminal aeropuerto.

 

Hoy los controladores enfrentan una situación muy complicada para mantener vigente su licencia y por lo tanto la posibilidad de mantener su trabajo; la autoridad aeronáutica ha intensificado la vigilancia en el cumplimiento de los requisitos psicofísicos cada vez más difíciles de alcanzar porque las jornadas laborales que tienen que cubrir se han alargado casi permanentemente, debido al incremento de operaciones y de servicios, así como la activación de nuevos aeropuertos.

 

También hay que destacar que el sedentarismo propio de la actividad, sumado a las jornadas extendidas de trabajo impiden la práctica de ejercicio físico necesario para mantener una buena salud. Alrededor del 25% de los controladores tienen más de 50 años y sufren el deterioro consecuente en su salud y en sus facultades físicas causadas por la edad.

 

Los controladores perciben un salario superior a la media nacional, sin embargo, no corresponde a los requisitos que tienen que cumplir para mantener vigente su licencia aeronáutica; por otra parte, la única dependencia donde pueden desarrollarse profesionalmente básicamente es SENEAM. Y, por supuesto, el alto grado de responsabilidad que significa cuidar la vida de millones de pasajeros, así como la de los tripulantes de las aeronaves.

 

Los controladores de tránsito aéreo son servidores públicos de la Federación. Dice el artículo 127 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que “recibirán una remuneración adecuada e irrenunciable por el desempeño de su función empleo, cargo o comisión, que deberá ser proporcional a sus responsabilidades”. Este precepto no se cumple, por lo que esta actividad cada vez es menos atractiva para los jóvenes.

 

A pesar de todo, los controladores gustosamente siguen con el compromiso de mantener permanentemente seguras a las aeronaves en el espacio aéreo mexicano, ¡llueva, truene, relampaguee o tiemble!

 

* Secretatario general del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (SINACTA)

 

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