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Represión en hospital Tacuba del ISSSTE: cesan a médica especialista por firmar petición de remoción de funcionaria 

Sin pruebas contundentes y pese a señalamientos graves contra la denunciante, la delegación poniente del instituto en la CDMX ordenó la separación de la doctora Alejandra Manzo, en una resolución con motivaciones políticas.

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Sin pruebas sólidas para acreditar las imputaciones que se le hicieron, sin tomar en cuenta los testimonios en su favor y con una evidente intención de agradar al entonces director general del ISSSTE, Pedro Zenteno, la delegación poniente en la Ciudad de México, ordenó el cese de una médica especialista del Hospital General Tacuba.

 

En un caso que muestra severas irregularidades, la denunciante fue presentada como testigo en el acta administrativa -requisito indispensable en el sector público para el inicio de un cese laboral-, encabezada por el director del hospital Salvador Alonso Gutierrez Avila, sobrino del ex director del instituto y actual candidato de Morena a diputado federal por el Estado de México.

 

Las irregularidades para justificar el cese, son de tal gravedad que ninguno de los elementos aportados por los testigos de descargo de la doctora Hilda Alejandra Manzo Castrejón fueron tomados en cuenta por el titular de la Unidad jurídica de la delegación regional, Eduardo Javier Badillo Moya, pese a las imputaciones que le hicieron a la denunciante.

 

El inicio del despido de la cirujana plástica y reconstructiva y con un doctorando en liderazgo, con maestría en administración de instituciones y estudiante de relaciones internacionales en la UNAM, Alejandra Manzo Castrejón, inició luego que el director del hospital interceptó un escrito en el que personal administrativo, enfermería y médicos solicitarían a la secretaría general de la sección del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE (SNTISSSTE), Marisol Sánchez Flores, la remoción de la coordinadora de consulta externa, Nora Quintín López.

 

Ese escrito había sido firmado hasta entonces por la doctora Manzo Castrejón y por una enfermera -posteriormente otros 34 trabajadores también se adhirieron- pero que finalmente no fue entregado. Sólo se emprendieron acciones en contra de la médica especialista, para lo cual el ISSSTE deberá tramitar ante el tribunal de conciliación la procedencia o no del cese.

 

Previamente, el 2 de junio el titular de la Unidad jurídica delegacional recibió un primer citatorio para que la médico compareciera como testigo en una carpeta de investigación iniciada ante la Fiscalía General de la República. A ella se le entregó el segundo llamamiento unas horas antes de la fecha para que asistiera a declarar. 

 

“Con fecha 22 de junio del 2023, a las 15:06 horas, me fue proporcionado por vía de correo electrónico el citatorio emitido por la Ministerio Público”, señaló el director Gutiérrez Avila, por lo que “al no estar dentro de su horario de trabajo, este citatorio le fue entregado el día hábil siguiente”.

 

La Ministerio Público recorrió la comparecencia un par de días, por lo que la médica solicitó al director del hospital la reprogramación de sus pacientes los días 26, 27 y 28 de junio, a fin de preparar su declaración ministerial -incluidos antecedentes de literatura y papelería del servicio en la que se sustentó la carpeta de investigación-.

 

A esa petición de que le fueran reprogramados sus pacientes, en el oficio HGT/D/1243/2023, la contestación de Gutiérrez Avila evidencia una clara animadversión por la doctora: “no es posible que deje de otorgar atención médica propia de su especialidad”, y en lo que denota una irresponsabilidad inaceptable, puntualizó: “siempre que los -pacientes- del 28 de junio le permitan atender en (sic) citatorio del ministerio público”.

 

En el escrito en el que los trabajadores solicitarían la intervención de la secretaria general seccional del SNTISSSTE para que promoviera la destitución de la coordinadora de consulta externa, señalaban: “estamos cansados de la negligencia, ignorancia y prepotencia con que la doctora Quintín lleva la organización y gestión de la coordinación, siendo objeto todos los trabajadores que tenemos actividad en consulta externa de malos tratos, gritos, negativa a hablar con el personal ya que argumenta que ella solo habla con coordinadores.

 

“La mala gestión en la atención brindada a los pacientes y los errores en horario y fecha de consulta que no ha mejorado desde que inició en el puesto genera situaciones de gran tensión entre los pacientes y personal médico, enfermería y administrativo que ha llegado a situaciones ríspidas entre pacientes y personal de todas las áreas”.

 

Sorpresivamente el 20 de septiembre, la coordinadora de apoyo a los servicios médicos del hospital Tacuba, junto con otras cuatro trabajadoras presentaron denuncia en contra de la cirujana plástica. La doctora Mora Quintín López, de acuerdo al oficio UJ/005177/2023 que el titular del jurídico le envió a la subdelegada administración encargada de la delegación poniente del ISSSTE en la Ciudad de México, Mayté Jazmín Vidal González, se quejó de sufrir en su honor, reputación, vulnerabilidad en su integridad física o psíquica y de malos tratos en horas de servicio provocados por la médica cirujana.

 

Las cinco denunciantes incluyeron el escrito dirigido a la secretaria general seccional del Hospital General Tacuba en el que planteaban tramitara su remoción.

 

Sin embargo, en la notificación que la encargada delegacional le hizo a la doctora Manzo Castrejón de su cese, en el cuarto hecho del acta administrativa, aparece la doctora Quintín López como primer testigo de cargo. La irregularidad es evidente, debido a que fue una de las denunciantes, lo que la vicia de nulidad.

 

Incluso al comparecer en esa acta, la doctora Quintín la inició refiriéndose al escrito que estaba dirigido a la secretaría general seccional. En otra parte acusó a la médico cirujana plástica de referirse a ella “niñita” que “no me llega a los talones”.

 

Las otras cuatro denunciantes aparecen también en el acta administrativa como testigos de cargo, así como los doctores Gerardo Ramírez Colín -jefe de servicio de cirugía- y Juan Carlos García Hernández -ex directo del hospital-.

 

Sólo que el doctor Ramírez Colín tiene antecedentes de violencia en contra de mujeres, en tanto que el segundo está involucrado en una denuncia que sigue el Órgano Interno de Control (OIC) de la Delegación Regional Sur del ISSSTE, debido a que Rodrigo Adame -coordinador de cirugía- ingresó al vestidor de mujeres, en el momento en el que la doctora Manzo Castrejón estaba poniéndose su pantalón.

 

El 17 de abril, la doctora Manzo Castrejón, en un escrito al director Gutiérrez Avila le hizo de su conocimiento irregularidades en la programación de sus pacientes e incluso que la doctora Quintín ha enviado a varios al hospital “Fernando Quiroz” con el argumento que el Tacuba no cuenta con cirugía reconstructiva.

 

“Las secuelas y complicaciones que presentan los pacientes se basan en el retraso de la atención. Como es el caso de la paciente González Gómora Claudia con número de expediente ROEE41104/3 quien en la actualidad presenta una anquilosis de la articulación interfalángica próximas del cuarto dedo de la mano derecha dominante con deformidad en flexión que de haber sido atendida en tiempo y forma no presentaría la deformidad y disfunción que limitará en forma permanente la función de la mano dominante”.

 

Pese a esos antecedentes y sin tomar en cuenta las declaraciones de los testigos en favor de la médica especialista, el titular de la unidad jurídica de la delegación poniente del ISSSTE en la Ciudad de México, determinó la procedencia del cese por faltas de probidad u honradez y por falta como probada de cumplimiento a las condiciones laborales del instituto.

 

La intención de sacar a costa de lo que fuera a la médica especialista del Hospital General Tacuba, quedó de manifiesto con el oficio HGT/D/1922/2023 del director Gutiérrez Avila, en el que le notificó que a partir del 1o de octubre debería prestar sus servicios en el servicio de cirugía general, a cargo del doctor Gerardo Ramírez Colín, quien fue uno de los testigos que declaró en su contra en él acta administrativa.

 

El nombramiento de Bertha Alcalde Luján como directora general del ISSSTE, es una buena oportunidad de investigar la relación del director del hospital con la doctora Quintín y que pudiese configurar no sólo actos de corrupción, sino también de muy diversa naturaleza.

 

La gestión del sobrino de Zenteno en la dirección de ese hospital, ha destacado por la opacidad, corrupción y por la prepotencia de saberse protegido por su tío el ex director general y la indiferencia de la subdelegada de administración en la zona poniente de la CDMX.

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